Verano. Vacaciones.
Seamos estudiantes o no, gocemos de tres meses de gandulería o de dos tristes semanas, la cosa es que en verano a todo el mundo le cambia el chip. El buen tiempo, el aumento de horas de luz y el que beber alcohol sea socialmente aceptable a cualquier hora del día hace que, nos toque trabajar o no, todos gocemos de un humor más llevadero. También es tiempo de exploración. Podemos conocer otras culturas o países gracias a la ficción audiovisual. Gracias a Vicky Cristina Barcelona aprendí que el mejor destino para cualquier amante del flamenco es Cataluña en vez de Andalucía, y con Misión Imposible II aprendí que las procesiones de Semana Santa de Sevilla se componen de miembros del Ku Klux Klan custodiando a la Virgen con fogatas al más puro estilo de las Fallas valencianas.
Pero como el cine ya no se estila, ¿qué aprendemos con las series? Pues por mucho que los americanos desplieguen su arsenal patriótico en cuanto vean una barra blanca y roja unida, lo "exótico" les trae de cabeza. Se desviven por descubrir que en otros países también hay gente que, como ellos, dispone de agua corriente y de un McDonalds en cada esquina. Así que, gracias a ellos, daremos un pequeño viaje geográfico por los destinos internacionales de los personajes seriéfilos norteamericanos.
New York - París
Empezamos con lo básico. Emulando la fascinación europea por Nueva York, los americanos tienen esa obsesión enfermiza por París que una servidora nunca acabará de entender. Sí, es bonita, pero que esté habitada por cerca de tres millones de parisinos, de franceses, de alguna manera tiene que influir. Ellos prefieren obviar ese más que evidente hecho y seguir proclamándola la ciudad del amor, de la luz, de la libertad, de la eternidad y de lo requeteguay.
Carrie Bradshaw (Sex and the city) perdió la cabeza por un déspota artista ruso afincado en París en su última temporada y se desplazó hasta la capital para vivir con él. Claro está, las vistas de su nuevo apartamento daban justo a la torre Eiffel, todo un detalle teniendo en cuenta que, tras 5 años viéndola vivir en Nueva York, ni una sola vez puso un pie en ninguno de los edificios emblema de la ciudad. De nuevo, el toque exclusivo de la HBO quedó por los suelos una vez las mentes creativas de la serie proyectaron Europa en su cabeza.
Las chicas de Gossip Girl también deambularon por la ciudad de Quasimodo en más de un capítulo. Aquí ya me cuadra más la cosa. Desde luego Blair y Serena podrían pasar por parisinas siempre y cuando no abrieran esos picos de oro. No busquéis el cumplido, porque no está.
North Carolina - Italia
La nación que un día albergó el mayor imperio del planeta también tiene mucha presencia en la ficción americana. En un país con menos de 400 años de historia y cuyos edificios sólo tienen la intención de llegar a arañar la atmósfera, las ruinas causan admiración. Y nada mejor que un país en ruinas y desechos de tiempos mejores -para algunos- como punto de destino de personajes que sobran en las ficciones y que tienen la decencia de merecer un final mejor que la muerte para poder echar mano de ellos en momentos puntuales. Así es como la madre de Lucas Scott (One Tree Hill) se pasó un tiempo Italia con la excusa de un curso de cocina, y dejó minutos para más carne entre su hijo y sus dos pretendientas; y así es también como la esquizofrénica hermana de Jack (Dawson's Creek) dejó de tocarnos las narices con sus locuras. Lástima que no se llevara al cast entero con ella.
Springfield, Ohio - Australia
Justificamos nuestras ganas de viajar con la excusa de que nos enriquecerá personalmente, gracias a las nuevas experiencias, conocimientos y amigos que obtendremos. Luego, la realidad es muy distinta. Los estudiantes de Erasmus vuelven sólo con el bronceado del país acogedor, pues se han pasado los seis meses interactuando sólo con ciudadanos de su propia nacionalidad. Sí, algo aprendemos, pero no sacamos el mejor provecho ni de buen trozo. Más o menos es lo que les pasa a la familia Simpson en su viaje a Australia. Bien es verdad que la sed de conocimiento de este clan no es muy pronunciado, pero que su único afán sea el de confirmar si el agua del váter gira en sentido contrario a como lo hace en el hemisferio norte es demasiado incluso para ellos.
New York - Bahamas
Pocas veces los personajes de Friends salían de casa. Sólo así la historia de ligoteo inventada por Joey y ambientada en una Barcelona algo imaginativa podía haber perdurado tanto tiempo. (Incluso fue el detonador que engendró la hija de Rachel y Ross). Pero cuando salían de sus fronteras, lo hacían lo grande. Boda en Londres y seminario de lo-que-fuera-que-hacía-Ross-como-trabajo en las Bahamas. Las paradisíacas islas, aún así, no dieron su mejor cara a los habituales del Central Perk, y es que unas lluvias torrenciales mermaron sus deseos de playa. A pesar de ello, pasaron muchas cosas. Fue el lugar de la historia más fallida en diez años por los guionistas, el intento de romance entre Rachel y Joey, y también lugar para la presentación del pelo de Monica bajo los efectos de la humedad. ¿Que por qué este pelo no apareció en Londres? Porque en aquel viaje, Monica no salió de la cama.
Newport - Newport
Del mismo modo que me fascina la movilidad, también me perpleja la permanencia indefinida de algunos personajes en su lugar de origen. Por más que nos restregaban sus dólares a través de sus Land Rover y sus mansiones, los chicos de The O.C. no se fueron jamás a pasar unas señoras vacaciones acordes con su supuesto poder adquisitivo, salvo tal vez ese viaje cutre de Seth a Fiji en pleno arrebato de melancolía adolescente a bordo de un barcucho del cual, en caso de naufragio, no podría ser rescatado ni por el mismísimo Fondo Monetario Internacional. Mejor para mí, siempre podré restregarle a Marissa Cooper que tengo más mundo que ella...y más vida (guiño, guiño).
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Más ciudades han sido blanco de conversaciones en guiones norteamericanos —lloro cada vez que Serena Van Der Woodsen elige mi ciudad, Barcelona, como su próximo destino de zorrerío espontáneo— pero soy muy dada a los recortes.
El mundo se abre ante nosotros, y en verano, las ganas de explorarlo florecen. Ya sea en la realidad -preferible- o en la ficción, estos meses venideros tenemos muchos destinos por marcar en el mapa.
Yo parto a Nuevo Méjico, con billete para el 15 de julio.
Pues que suerte que vueles a Nuevo Méjico, este año a mi me toca Gandía jajaja me ha encantado tu post, aunque en lo de Dawson's Creek no estoy de acuerdo jajajaja
ResponderEliminarNono, no voy a Nuevo Méjico...no me he explicado bien.
ResponderEliminarA visitar a Heisenberg, verdad? ;)
ResponderEliminarAhí está.
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