Inside No. 9: Serie británica. De la BBC. Co creada y protagonizada por Reece Shearsmith y Steve Pemberton (de The League of Gentlemen y Psychoville). Con caras muy conocidas. Con seis episodios, cada uno distinto al anterior, una de esas rarezas que se dan en televisión.
Si con esto no os he convencido, prosigo.
Inside no. 9 es la última joya que ha parido Reino Unido y que, lamentablemente, ha causado tanto ruido como su segundo episodio (A Quiet Night In, prácticamente mudo). Sus seis episodios, totalmente independientes entre sí, tienen como único punto en común que se desarrollan en edificios o casas con el número 9 en su puerta (y únicamente con ese interior como escenario), y que están repletos de elementos de humor negro y terror. Al parecer, Pemberton y Shearsmith desarrollaron la idea después del cuarto episodio de Psychoville, y la llevaron a cabo dado su amor por otras joyas antológicas británicas como Tales of Unexpected. No puedo hablar de referencias ni homenajes, pero creo que Inside No. 9 habla por sí misma.
Si bien no todos los episodios resultan ser igualmente entretenidos (el tercero, Tom & Gerry; y el quinto, The Understudy, son en mi opinión los menos logrados), es de destacar la maestría de los creadores por desarrollar historias tan curiosas como las que nos presentan, demostrando que para crear una televisión diferente y de calidad realmente no hacen falta grandes artificios. Un escenario reducido, una historia potente y muy mala leche son en ocasiones, suficientes para poder crear una genialidad. Inside No.9 juguetea con ese término en más de una ocasión.
Si bien no todos los episodios resultan ser igualmente entretenidos (el tercero, Tom & Gerry; y el quinto, The Understudy, son en mi opinión los menos logrados), es de destacar la maestría de los creadores por desarrollar historias tan curiosas como las que nos presentan, demostrando que para crear una televisión diferente y de calidad realmente no hacen falta grandes artificios. Un escenario reducido, una historia potente y muy mala leche son en ocasiones, suficientes para poder crear una genialidad. Inside No.9 juguetea con ese término en más de una ocasión.
Ilustraciones de los episodios | vía Cien Megas
Esta minimalista propuesta cautiva desde el primer momento, sin detenerse a explicarse a sí misma, sin pensar en ningún momento en el espectador. Es un collage de creatividad y talento que se lanza hacia el público con la violencia de una pelota desviada del blanco, pero que finalmente llega a su objetivo con brillante puntería. Una vez que el espectador abraza las condiciones de cada episodio (cada uno tiene lo suyo), la sensación de que se está disfrutando más de una obra teatral experimental que de una televisión generalista aumenta por momentos. ¿Qué estamos viendo? ¿qué nos están contando? Inside No. 9 realmente no habla de nada, no cuenta ninguna historia, no va en ninguna dirección; es un ejercicio de improvisación, no interpretativa, sino televisiva. Es una confusa hazaña repleta de valentía y descaro que no decepciona.
Ayuda y mucho el hecho de ver actores británicos del momento turnándose para aparecer en el conjunto de episodios. Katherine Parkinson (The IT Crowd), Anna Chancellor (The Hour), Luke Pasqualino (Skins), Anne Reid (Last Tango in Halifax), Oona Chaplin (Game of Thrones), Timothy West (Bleak House), Kayvan Novak (Sirens), Denis Lawson (Star Wars, Bleak House), Gemma Artenton (Prince of Persia), Conleth Hill (Game of Thrones), Tamsin Greig (Episodes), Aimee-Ffion Edwards (Skins), Lindsey Marshal (Rome), Helen McCrory (Peaky Blinders)...
Mi recomendación es la de darle una oportunidad. No se pierde nada. Nadie te va a obligar a ver un episodio más si no te gusta, del mismo modo que de darse el caso contrario, no encontrarás ninguna continuación a esa historia que te ha dejado salivando, del mismo modo que estoy yo ahora, pues Inside No. 9 tendrá una segunda temporada, y no puedo esperar a ver qué nos tienen preparado.
Es muy buena serie, increíblemente original. Pero se que a mucha gente no le gusto.
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