Este capítulo, de esta terrible serie que mezcla Modern Family con las clásicas Matrimoniadas, me ha dejado con un mal sabor de boca ante la inevitable sensación de que nos están tomando el pelo continuamente: es imposible que una serie ablandacerebros tenga tanta audiencia; o los americanos son muy lerdos (y nosotros, por tanto, también) o es que de verdad el producto es bueno y eso, ya, no me lo creo.
El capítulo comienza con las tres parejas grabando el mensaje del contestador automático. Mia y Cassey lo dejan porque ellos ya sólo utilizan teléfonos móviles; Maddie y Ben no consiguen ponerse de acuerdo en el mensaje que van a grabar; Vicky y Joel ni siquiera saben cómo grabarlo. En serio, ridículo.
Mia y Casey invitan a toda la familia a cenar, ya que a Casey (que tiene una banda heavy -no me lo creo) le han pagado, pero con carne, a sí que tienen de sobra hasta para el postre. Aqui hacen un chiste que no pillo pero no os preocupéis porque me pasa a menudo: Ben quiere hacer la broma de "bringing home the bacon" pero le preocupa la reacción de los demás, y Maddie le dice que mejor no la haga, que no es buena idea. Al cabo de un rato, Joel acaba haciendo la misma broma y todo el mundo, incluso Maddie, ríe. Yo no me río, ¿y vosotros?.
Mientras cenan, los padres intentan convencer a Mia de que necesitan una casa más grande para vivir, que esa es pequeña para tener a un bebé. Al principio, Mia no está muy convencida pero en cuanto se imagina la casa con todas las cosas del bebé se asusta y se quiere mudar. La lástima es que Casey no opina lo mismo que ella sobre los lugares habitables.
Las hermanas van de tías modernas y liberales, debe ser la crisis de los treinta, pero en realidad son unas damas como su señora madre y no cualquier sitio les vale como hogar. Por eso, Mia tiene miedo de decirle a Casey que el antiguo parque de bomberos que ha encontrado en venta (su primera apuesta era un restaurante chino abandonado) no es válido. Cuando Ben ve el lugar recuerda que su sueño era vivir en un sitio como ese, intenta convenver a Maddie para que lo compren. Es decir, tenemos a los dos tíos queriendo vivir aquí y a las dos novias tratando de evitarlo.
Mia tratará de convencer a Casey diciendo que no pueden permitirse las reformas, y Maddie llamará a sus padres para pedirles que paguen las reformas de su hermana. Cuando por fin las hermanas se ponen de acuerdo para conseguir que ninguna se lleve el parque de bomberos, Casey y Ben intentan ver qué pareja se quedará con el parque (aquí tiene la primera y única escena graciosa en la que Ben opta por solucionarlo "peleando", poniéndose en una postura un tanto extraña, pero a falta de fotos es mejor que lo veáis vosotros), pero al final deciden que se lo quedarán ambas parejas: vivirán juntos. Aquí es donde Maddie le para los pies a su novio culpándole de querer el parque por querer impresionar a Casey, y Ben lo reconoce.
Mia trata de hacer lo mismo pero Casey le muestra lo felices que pueden ser allí y descubre, como por arte de magia, que ese sitio tan cochambroso es perfecto. Maddie después se arrepiente de su decisión.
Por otro lado, tenemos una pequeña trama con los padres. Joel se acaba de jubilar y está literalmente volviendo loca a Vicky, que incluso llega a la situación de romper cosas y llamar a un "manitas" para que venga y que hable con Joel y le mantenga ocupado. Vicky dice que la jubilación es "como el juego de las 20 preguntas" pero que sólo hay una pregunta: "¿qué estás haciendo?". El colmo llega cuando, al regresar a casa, Vcky se encuentra a un montón de jubilados que se ha traído Joel que le preguntan que qué está haciendo. Le pide que se busque un hobby.
Como ya lo comentábamos hace antes, es posible que no la volvamos a ver en este blog. Pero todo se andará.
COMENTARIOS