Y sé que todas las semanas digo lo mismo, pero me resulta increíble la rapidez con la que los estadounidenses se están adaptando a una serie que verdaderamente mete un poco (bastante) el dedo en la llaga. De la misma forma, no me puedo imaginar algún telefilm, de esos que están tan de moda ahora en nuestro país, que hable de un atentado terrorista en la red de Cercanías.
Así que, un aplauso a Blue Bloods: recientemente renovada, con una audiencia en el último capítulo de 11.070.000 de personas y líder en su franja horaria.
El hombre detenido es un musulmán americano, llamado Khalid Hassan (antiguamente conocido como Steve), al que Danny conoce de hace años porque le robaron y fue a denunciarlo. La bomba no tiene un objetivo específico, sólo se sabe que buscan una furgoneta. Frank se niega a hacer declaraciones hasta que no sepan más, porque no quiere que los ciudadanos entren en pánico.
Jamie está haciendo la ronda, pero no sabe qué es lo que está buscando, por lo que su compañero y entrenador le dice que no se lo tome tan en serio hasta que reciban otra alerta. Ésta llega cuando detienen a un camello vestido de perrito caliente, y al poco tiempo encuentran una furgoneta sospechosa cuyo conductor huye despavorido cuando le para la policía. Le detienen, pero resulta que solo era un tío colocado.
Danny lleva una parte de la investigación con otra detective (esta vez repite la del segundo episodio, Ava Hotchkiss), pero a la vez está preocupado por su mujer. Interrogando a Khalid se da cuenta de que algo extraño de la traducción del mail en árabe suena extraña. Desafiando al sospechoso, le dice que cree que no conoce el idioma, y le reta a que se lo traduzca. Khalid dice "parque", pensando que puso "parque" cuando en realidad puso "área". Manda a los agentes a los parques porque uno de ellos será donde la bomba explote.
Mirando la lista de sospechosos, encuentran a Mary Jo Haas, la mujer de Alex, un primo de Khalid. Es una musulmana conversa y ha sido vista en uno de los puntos peligrosos en una furgoneta, con su hijo en el asiento delantero. Ava y Danny van a casa de Alex y descubre que la pareja se ha divorciado, y que este había quedado con su ex-mujer en el Parque Washington para recoger a su hijo Jacob, ahora en su custodia debido al extremismo de su ex-mujer.
Danny se lleva al hombre al parque, pero le dice que se aparte. Se acerca a la furgoneta e intenta tranquilizar a la mujer diciendo que es un amigo de Alex, pero de repente aparece éste gritando por su hijo y, la mujer, nerviosa, saca un control remoto, diciendo que "los matará a todos para poder estar juntos en el Cielo" (o algo así). Danny entonces saca su placa y tranquiliza a la mujer hasta que puede quitarle el control rápidamente. Ava recoge al niño y se lo lleva al padre.
Frank, que lo ve todo desde comisaría, está un poco en shock por lo de su hijo, ya que ha estado a punto de morir en un atentado terrorista, pero Danny responde por sus actos. En la típica comida familiar, esta vez por el cumpleaños de uno de los hijos del detective, aparece Linda con sus hijos sin tener ni idea de lo que ha pasado. Con toda la familia sana y salva, Frank agradece que no haya pasado nada.
Como siempre, un buen episodio. Pero me da que se van a quedar sin casos como éste a este paso: he echado cuentas y les falta el de un asesinato en una clínica abortista, el de un prostíbulo, algo de Irak y algo que involucre a un senador. No mucho más.
Ha estado bien ver un poco más de la familia no-policía, pero agradecería ver a Erin haciendo de fiscal en los próximos capítulos. Y, por favor, a la nueva hija que le han puesto, que la cambien antes de que se arrepientan.
Y otra cosa, Tom Selleck se lleva un Globo de Oro el año que viene, y después un Emmy. Ya lo veréis.
COMENTARIOS