Todo comienza con Nick y Pete esperando a un hombre que debe seis millones de dólares al Moroccan Casino, Leonard Oklahoma (Brandon Keener), al cual van a representar, y cuyo caso se rifan tirando una moneda al aire. Esta vez, le toca a Pete.
Nick, en cambio, tratará de defender a Vinnie Cerrato (John Ales), dueño de varios restaurantes en Las Vegas al que acusan de haber quemado uno de ellos, y tienen pruebas contra él.
Pero no será fácil para Nick, ya que se ha puesto a dieta. Pete le toma el pelo diciéndole que se pone muy violento cuando tiene hambre y el otro le tira un bote con las zanahorias que estaba comiendo. Hasta ahora hemos visto a un Nick invulnerable, controlador de sus propias situaciones, y se agradece ver cómo la fachada se desmorona cuando el abogado necesita azúcar. La pobre Lisa casi se mea encima cuando Nick le echa una mirada de furia al ver a la abogada con un bollo en la mano (hay que reconocer que Jurnee Smollett es un poco sobreactuada, pero este momento es graciosísimo).
En el transcurso del caso, Nick y Pete se dan mutuamente ideas respecto a los casos del otro, con Lisa siempre en medio para ayudarles.
Desgraciadamente para Nick, su caso va de mal en peor: primero encuentran pruebas de que el incendio lo provocó Vinnie (aunque un amigo de Nick, el de la silla de ruedas, le explica que no son suficientes esas pruebas), y después descubren un cadáver incinerado en el sótano del restaurante incendiado. Sentenciarán a Cerrato a la pena de muerte si Nick no consigue buscarle una salida.
Vinnie admite que él provocó el incendio para cobrar el seguro pero que él no quería matar a nadie, sino que todo lo hizo para pagarle a un amigo suyo, Alan Faber (Chris McGarry), al que debía dinero y que le había amenazado de muerte. Nick no puede presentarle como testigo, porque poner a un testigo en el estrado que sabes que va a mentir te hace perder tu licencia, así que, inteligentemente, le tiende una trampa y consigue que le confiese "en privado". Nick consigue reducir la pena de muerte a dos años para Vinnie. Después de ganar, se toma un merecido pastel.
Pete tampoco lo tiene fácil, ya que no hay forma de librar a Leonard de prisión (en Las Vegas los morosos son tan delincuentes como los asesinos), y aunque intenta argumentar la incitación por parte del Casino para que Leonard firmara los pagarés que le aumentaban el crédito cuando estaba borracho, no tiene por dónde cogerlo. Por eso, intenta una estratagema llevando al estrado al director del Florentine, donde Leonard solía ir antes de que le echaran, Johnny Green (Mark Rolston), el "tío más listo" de Las Vegas: para darle la citación judicial hace que Zoey se pase por azafata y se la de en uno de sus vuelos privados.
Tampoco le sale bien, ya que aunque Green le da en parte razón a Pete, también se la da a la fiscal Hunt (Milena Govich). Al final Pete descubre en un vídeo del Moroccan a un empleado del Florentine, que en realidad se encarga de llevar clientes a varios casinos para que gasten y así el casino en cuestión salga ganando. El abogado del Moroccan y Pete llegan a un acuerdo, y no solo le perdonan, sino que le "devuelven" la deuda de seis millones de dólares a Leonard a cambio de que salga como perdedor del juicio.
COMENTARIOS