Sniffles. Mocos. Pero mocos verdes y asquerosos. La pobre Princess Beyoncé se ha puesto mala y ningún miembro de la familia Chance tiene seguro médico. Un capítulo que en términos generales me parece un poco repetitivo (es decir, que no aporta nada nuevo a lo que hemos visto hasta ahora de Raising Hope), ya que sigue la tónica de los capítulos anteriores: hay una nueva situación con Hope, por lo que Jimmy se plantea cómo afrontarla haciendo justamente todo lo contrario que hicieron sus padres con él. Obviamente, la risa siempre está asegurada, pero no puedo evitar pensar que si cada semana van a moverse alrededor de un nuevo episodio de la vida de la niña, poco interesante va a ser el futuro de la serie.
Hope, después de pasar todo el día con Shelley Piñopocho, coge un resfriado, algo que es absolutamente normal en cualquier niño. Sin embargo, conocemos a Jimmy, y sabemos que se llevará las manos a la cabeza porque cualquier novedad en la vida de su hija le parece un mundo. Virginia y Burt no se preocupan: es un simple resfriado. El problema está en que no disponen de un seguro médico que cubra la más mínima enfermedad de la familia. Jimmy no lo puede creer... ¿Cómo le trataban a él cuando se ponía enfermo de pequeño? No lo queráis saber. No obstante, Maw Maw no es un bebé que se cure rápidamente, por lo que Virginia la tiene que encerrar en su habitación para impedir que enferme.
Burt se siente algo culpable por no poder cuidar de su nieta, así que se propone conseguir una concesión pública que le permita trabajar los parques de la ciudad, y de esa forma conseguir un seguro en la familia. Por otro lado, Jimmy descubre que los empleados del supermercado de Sabrina tienen seguro, por muy poco que trabajen allí. Se propone conseguir el empleo, pero Burt le acusa de que su hijo no confíe en él.
Desoyendo a su padre, en secreto, empieza a trabajar en el supermercado, y empieza a hacerlo bajo la instrucción de Sabrina, que le recomienda el único punto que las cámaras no graban para hablar por teléfono, así como no mirar jamás al reloj (pues parece que indica el paso del tiempo en sentido inverso).
Burt va a comprarle una medicina a Hope al supermercado ("medicina", mejor dicho), y pilla a Jimmy allí. Se enfada tanto que incluso miente a su familia respecto al nuevo empleo. En realidad nunca lo consiguió, pues llevó al concejal (o quien fuera el responsable) a un striptease con la mala suerte que la stripper que les toco era su propia hija. Jimmy le pilla al día siguiente trabajando para su mayor competidor, y se compadece de él, pero Burt sale corriendo.
Esa noche, Virginia habla con Burt: ellos ya cuidaron a su hijo lo mejor que pudieron (lo pongo en duda), ahora es él quien se debe ocupar de su niña, Princess Beyoncé.
El capítulo termina con Maw Maw rompiendo la puerta de su cuarto y agarrando a Burt: está hambrienta.
En resumen, un capítulo bastante normal, sin nada de especial. Ha sido interesante volver a ver a Shelley, y la sutil crítica que hacen al sistema médico americano es divertidísima. Espero que exploren nuevas tramas, que den algo más de acción a la serie.
COMENTARIOS