¿Pero qué pasa cuando todos tus productos funcionan a la perfección? Es ese el gran problema de la CBS. Sus series, tanto las estrenadas en este año como sus clásicos hits cosechan grandes audiencias, muchas de ellas incluso ridículas. Ahora que comienza la midseason, tienen que hacer hueco a las nuevas series pero no tienen, directamente, ningún margen de maniobra para dejar fuera a unas e incluir a otras. Al no haber ninguna que, objetivamente funcione peor que las demás, no les queda otra que mover ficha y cambiar el día, tantear a la audiencia y ver qué pasa con los resultados. Es una opción muy arriesgada, pero no pueden hacer otra cosa.
En éstas están dos de los nuevos procedimentales de la factoría de Columbia, The Defenders y Blue Bloods, que seguimos semanalmente en Spoiler Alert!. Dos series que funcionan a la perfección, aunque la de los abogados sin duda es menos constante; sencillas y de gran consumo, son el clásico "visto y no visto" que tan bien funciona en la CBS. No serán legendarias ni nadie las recordará con cariño el día de mañana. Dentro de lo que cabe, es lo normal.
Líderes de audiencia, aunque no tanto de los demográficos (Blue Bloods, por muy interesante y recomendable que sea, es una serie para personas mayores, Tom Selleck es la prueba). ¿Qué hacer? Pues la CBS lo que ha decidido es cambiarlas de día: Blue Bloods pasará a los miércoles para ver si supera la prueba de la competencia, desde el 19 de enero hasta el 11 de febrero, y The Defenders pasará a los viernes, para comprobar si puede sobrevivir. El primer capítulo post-festivo se emitirá el 12 de enero en su día habitual, miércoles, pero el siguiente será el viernes 4 de febrero, sin cambios posteriores previstos.
Muchos dirían que es una estrategia suicida (no hay que olvidar que la audiencia se lleva las manos a la cabeza cada vez se mueve una serie a los viernes, el caso Fringe es el más reciente), y personalmente creo que tienen mucha razón. The Defenders tienen planeados 18 capítulos para su primera temporada, cantidad que muchos dirían que es demasiado escasa, y su audiencia, aunque siempre superior a los 9 millones de espectadores, no ha convencido demasiado. Ya veremos qué es lo que pasa, pero en mi opinión con estos niveles de audiencia lo más fácil sería apostar por un cambio creativo, dado que han sacado muy poco jugo de todo lo que puede ofrecer, y así sacar a The Defenders del limbo de la dramedia sin rumbo. La cuestión es: ¿estaría la CBS interesada? Lo dudo.
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