A falta de series mejores que ver esta semana por el parón que se han tomado la mayoría de las series que sigo, me he decidido a comentar el último de Blue Bloods, serie a la que le está yendo estupendamente bien los miércoles (12 millones y 2,0/6 en los demos). Lo de series mejores lo digo con la boca pequeña, porque Blue Bloods en realidad está "bastante bien" y aunque apuntaba maneras, me jode que se haya acomodado en su posición de procedimental al más puro estilo CBS. Es un despropósito total.
Pero la cuestión es que el capítulo es interesante por una cuestión: tiene un tufillo Boardwalk Empire bastante irracional. El caso principal (el de Danny, para variar) trata sobre la muerte del hijo de un mafioso ruso durante la fiesta de su compromiso. Para vengar la muerte de su hijo, el capo de la mafia, Grishenko, irá aniquilando uno a uno a los relacionados con el asesinato (el dueño del club donde se celebraba la fiesta, un repartidor de flores...), ante la impotencia de Danny y Jackie. Al final, descubrimos que la asesina no era otra que la madre de la novia, que además era amiga de la infancia de Jackie, la cual no quería que su hija siguiera los mismos pasos que ella y se casara con un mafioso a una edad tan temprana. La verdad es que la razón tampoco la veo yo como para matar a nadie, pero son rusos, quién sabe.
La gracia de todo el asunto es que la mafia rusa en esta serie tiene su sede en Brighton Beach, Brooklyn, Nueva York. Lugar que casualmente forma parte de los decorados del paseo marítimo de Boardwalk Empire. Además, por si no cabía dudas, la asesina y su hija tienen una boutique de señoras, aunque en vez de aroma francés, es ruso. Es una tontería enorme, pero a mí me ha hecho gracia.
Por otro lado tenemos a Erin y un caso de corrupción política, al que su jefe, Rossellini, la pone al mando. Su historia francamente me pareció un coñazo, y debe ser que a los productores también, porque decidieron que para darle más chispa a las historias de la abogada tendrían que buscarle un rollete. Sí, se lía con su jefe. Y ni que decir tiene que en Blue Bloods no tienen mano para las escenas románticas.
Y por último, tenemos la Historia Interminable de Jamie y The Blue Templar. Esta semana, dan otro pasito de hormiga: Lydia, la agente que trabajó con su hermano asesinado, se ha suicidado. Vale, no es un paso ni es nada, pero esperemos que le haga dar a Jamie un paso adelante en su investigación. O mejor dicho, comenzarla.
Como siempre, el resto de elementos de la serie siguen igual: imágenes de Nueva York para rellenar huecos, Frank rememorando sus experiencias como agente con los casos que lleva su comisaría en la actualidad, Henry defendiendo sus ideales sin importarle nada más, la hija petarda de Erin o los chistes cada vez menos convincentes entre Jackie y Danny (aunque por lo menos sigue habiendo una química). No sé si es que la serie ha perdido gracia o es que ahora la miro con otros ojos, pero creo recordar que al principio me pareció brillante y ahora me parece más de lo mismo. Llevan dos capítulos aburridos, ¡si tenéis a Tom Selleck utilizadlo bien!
Blue Bloods S01E12. Family Ties
28 de enero de 2011
COMENTARIOS