Por supuesto, tengo en mente que lo que he visto es un piloto, pero francamente no me ha dado ningún incentivo para seguir adelante con ella, a pesar de su estreno correcto de 11 millones de espectadores que casi pincha en los demográficos (2,1/6). La razón es que, en el fondo, es una serie que nos da más de lo mismo pero desde otra visión igualmente profana de la profesión legal. En ese sentido, Harry's Law me recordó profundamente a otra creciente decepción de la temporada, The Defenders. Intenta tratar con temas serios y graves aunque entre los hilos de la trama se encuentran historias o bromas que, aunque puedan resultar graciosas, no cuajan en una historia con pinceladas tan intensas. Por poner un ejemplo: ¿a qué genial guionista se le ha ocurrido la genial idea de poner un despacho de abogados en una antigua tienda de zapatos? Entiendo que hay que "desmarcarse", ¿pero no había nada peor, verdad?
Supongo que esta pequeña broma privada entre guionistas, la cual no entiendo, tiene su razón de ser en la introducción del reparto secundario: una asistente que casualmente ama a los zapatos (Brittany Snow), que tiene la voz típica de asistente pija (igual que Zoey, la de The Defenders); un abogado que se les une como caído del cielo (Nathan Corddy) y que tiene problemas de expresión o algo parecido (ver personaje de Pete en The Defenders); y otro "ayudante" y primer cliente (Aml Ameen) de Harry's Law que, éste sí, cae literalmente del cielo.
Todavía a falta de conocer a los personajes, de los cuales solo hemos visto su faceta más superficial (en el caso del de la Bates, una faceta oculta bajo un velo de extreñimiento inexplicable), queda decir poco más de este piloto. La historia de momento no muestra ningún detalle importante (Harry, cansada de su trabajo como abogada de patentes decide abrir un despacho propio en una antigua zapatería por un ataque de inspiración, y conoce a su primer cliente y a su primer abogado debido a que casi la matan por casualidad - el primero se tira desde un edificio y el segundo la atropella), ni tampoco hay mucho más que destacar.
En definitiva, nos veremos en otra ocasión, señora Bates.
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