Esta semana, el tema indiscutible y por excelencia (de forma demasiado descarada) en Glee ha sido el alcohol y sus efectos. Aunque nos ha dejado uno de los mejores momentos de la serie (la fiesta en casa de Rachel), se han pasado centrando absolutamente todo el capítulo en lo mismo.
El director Figgins, ante la alarmante moda de ir borracho a clase y habiendo expulsado ya a varios estudiantes, informa a Will de que va a nombrar la semana como la de Concientización sobre el Alcohol, y le pide que, junto con el Glee Club, preparen una canción para hacerla delante de todos que hable de los peligros de la consumición de alcohol por parte de los adolescentes.
Tras un intento fallido de componer una canción, Rachel se da cuenta de que no puede hacer una canción buena porque no ha vivido lo suficiente, ni siquiera se ha tomado una copa. Y como se ha quedado sola en casa, decide hacer una fiesta con sus compañeros del New Directions.
Pese a un comienzo mediocre, la fiesta se desmadra y acaban todos (menos Finn y Kurt) borrachísimos y jugando a la botella, donde a Blaine y Rachel les toca besarse, y parece que a ambos les gusta. Y, como era de esperar, al día siguiente todos tienen una resaca gigantesca, que intentan paliar bebiendo más, unos Bloody Marys de buena mañana.
Will, que no está pasando por un buen momento en su vida, acaba saliendo una noche con Beastie a un local country, donde también pilla una buena cogorza, y acaba llamando a Emma (o eso cree él) en un estado lamentable para confesarle su amor.
Al no encontrar una canción apropiada para la actuación, deciden hacer Tik Tok de Ke$ha (Ke-símbolo del dolar-ha), no sin antes tomar un vaso de una mezcla de lo que quedó en el minibar de casa de Rachel, lo que acaba en desastre, ya que Brittany y Santana acaban vomitando en medio del escenario en pleno apogeo. Para rematar, Sue (que resulta ser el destino de la llamada de Will) emite la grabación de la misma por megafonía, pero Figgins cree que todo se trata de un montaje por parte del Glee Club y les felicita, sin consecuencias negativas.
Rachel, emocionada ante la posibilidad de que Blaine pudiera no ser gay, después de una maravillosa cita, le besa, sacándole de toda duda... es 100% gay.
Muy, muy repetitivo, pero la parte de la fiesta, resaca y actuaciones lo compensan con creces. Y Ke-símbolo del dolar-ha, por supuesto.
Por cierto... ya lo dijo Brittany en su día...
ResponderEliminar"La semana que viene haré una canción de Ke$ha"
Ha sido bastante aburrido
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