The Good Wife S02E12. Silly Season

El de esta semana ha sido un capítulo raro en The Good Wife. No porque nos haya ofrecido algo a lo que no estemos acostumbrados (la calidad siempre es altísima), sino que por alguna extraña razón han decidido juntar (casi) todas las tramas pendientes y dar un paso adelante durante la consecución del capítulo. Hemos visto un episodio no solo centrado en Alicia y Kalinda (a la que parece que le aguarda un bombazo), sino que Cary, la campaña de Peter y todo lo que conlleva e incluso antiguas historias han vuelto a salir a la luz y a tener protagonismo.

Ni Barack Obama se puede escapar de ser mencionado en The Good Wife. Según Wendy Scott-Carr, aunque la campaña por la que compiten Childs, Florrick y ella esté pasando por su "temporada boba" (silly season), nada puede ser bobo cuando se trata de familia. Alguien de la oposición, y supone que es Peter, ha estado emitiendo panfletos contra ella y su familia. Scott-Carr sabe como jugar sucio: o Alicia para lo que haya que parar o montones de panfletos acusando a Zach, el hijo de Alicia, de haber dejado embarazada a Becca para que después abortara inundarán las calles de Chicago (¿o es Nueva York?). Alicia le lleva el panfleto a Eli y desmiente que hayan sido ellos, sino su Comité de Acción Política (PAC) sobre el que no tienen control. Mientras Peter y Alicia hablan con Zach (que aparece después de la tira de semanas), Eli habla con Becca, a la que deja fuera de juego en un momento. Las sospechas de Eli eran fundadas: el PAC había hecho ese panfleto para asegurarse una ventaja, y Peter les despide, quedándose sin fondos. La campaña de Florrick parece hundida. Igual así Alicia le deja dormir con ella.

Pero a pesar de los problemas familiares, Alicia tiene que llevar un caso pro bono en los juzgados, con Cary en la acusación para variar. Tiene que defender a Joey Church, acusado de matar a un compañero de prisión. No obstante, Alicia se da cuenta de que pasa algo raro, ya que Bond y Blake están demasiado encima del caso como para ser pro-bono. Resulta que el mafioso Lemond Bishop está detrás de todo, ya que "patrocinó" el equipo de béisbol infantil que Church entrenaba en el pasado, y que ahora tiene sus asuntos en Lockhart, Gardner & Bond a pesar de que se habían negado a trabajar con él. Cary también se da cuenta y habla con el mafioso, quien testifica para librarse de que utilicen a Church en su contra. El acusado había confesado que había cometido el asesinato bajo extorsión, y al testificar Bishop la confesión de Church resulta inútil y ganan tanto él como Cary.

No obstante, Cary lleva en este capítulo el papel principal. Vemos las presiones que tiene en la Fiscalía, lugar que no quiere dejar a pesar de que por culpa de Kalinda esté perdiendo todos los casos. Cary y Geneva tendrán que ser creativos, y por ello le piden ayuda a Andrew Wiley, una mezcla de Kalinda y Patti Nyholm que veremos bastante de ahora en adelante. Mientras, Childs y su nuevo peinado ordenan que se investigue a la chica, a la que Cary ha estado ayudando. Pero no solo la Fiscalía está en ello: Blake por fin ha encontrado algo útil. Leela Tahiri, quien murió en un incendio en su casa de Toronto ocho años atrás. ¿Ha usurpado Kalinda su identidad? Me muero de los nervios.

A favor: 

• Margulies con un SAG. Comprensible y merecido.
• Lo que dan de sí todas las historias que nos cuentan. Ahora, lo de Kalinda no es una historia, es un peliculón (que espero que no acabe).
• El extraño cliffhanger.
• El nuevo, Wiley.
• Ver la otra cara de la moneda.

En contra:

• Demasiado complicado.
• No veo necesario rescatar a Bishop para esta ocasión. El asunto del caso ha sido demasiado pobre.