El pasado 14 de marzo se estrenaba un nuevo drama criminal llamado Endgame, producido por Thunderbild Films para Showcase, cadena de cable canadiense. La serie gira en torno al personaje de Arkady Balagan (interpretado por Shawn Doyle, Big Love), Gran Maestro y campeón mundial de ajedrez de gran inteligencia que resuelve crímenes desde la suite de lujo de un hotel de Vancouver.
La enésima revisión del detective privado se fusiona con la también enésima representación del genio malogrado para crear el personaje de Arkady Balagan, encerrado en un hotel por culpa de una agorafobia que nació el mismo día que alguien asesinó a su prometida en sus narices. El que fuera campeón mundial de ajedrez no puede permitirse salir de ese recinto cerrado, pero las deudas por su ocupación así como el acoso de su la hermana de su prometida, Pippa (Melanie Papalia, Painkiller Jane), para que intente resolver el misterio en torno a su muerte, le obligan a comenzar a buscar una vía de escape. Por casualidad, se toma con un área en la que se ve capaz de trabajar, y además, ganar un dinero para pagar sus deudas: resolviendo crímenes. Como es lógico, al no poder salir del hotel necesitara ayuda de alguien más, y ahí entran en juego Sam Besht (Torrance Coombs, Heartland), un universitario admirador del ajedrecista, y Alcina (Carmen Aguirre, V), una limpiadora del hotel muy inteligente. También rondan por las escenas Danni (Katherine Isabelle, The Good Wife), camarera y posible ligue de Arkady, y Hugo (Patrick Gallagher, Glee), encargado de seguridad.
Aunque cabe decir que los dos primeros episodios no están mal, son entretenidos e interesantes, las deficiencias de la serie son bastante aparentes. En mi opinión, el protagonista no podía estar peor elegido (me recuerda mucho a Simon Baker, que también me cae mal) y la limitación de que todo ocurra en un hotel es demasiado obvia. Y ni que decir tiene que aunque ya hayamos visto a casi todas las profesiones pasar por el puesto de detective, no hacía falta añadir una más. No obstante, también hay que decir que algunos secundarios, especialmente la agradable Carmen Aguirre y Patrick Gallagher, aportan todo lo que el resto de personajes restan, y la manera en la que nos muestran el proceso mental de resolución de Arkady también tiene su gracia, no lo voy a negar.
De momento la serie solo ha dado sus primeros pasos, y aunque no me haya sorprendido para nada, quién sabe si en un futuro dará de qué hablar. Lo dudo, obviamente, pero no sería la primera vez que una serie como cualquier otra consigue un poco de gloria.
No tiene nada que la diferencie de otras series del mismo corte. Y recuerda bastante a 'The Mentalist', pero con la diferencia de que Simon Baker si sabe llevar el peso de la serie con holgura.
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