Continuando con el tema de nuestra red social favorita, Twitter (recordad que nos podéis encontrar en @tvspoileralert), esta semana debemos hablar sin ninguna duda de la nueva gran incorporación a la misma: @charliesheen. Obviamente, no es la primera vez que una estrella de cualquier categoría se abre una cuenta en esta red social, pero sin hay un personaje que haya dado más que hablar en las últimas semanas y que haya decidido hacerlo es Charlie Sheen.
Dejando de lado la polémica (aunque tampoco hay que dejarla muy apartada, por todas las implicaciones que pueda tener), hay que resaltar que en su primer día en la red, el actor cosechó la nada desdeñable cantidad de 700.000 followers (para los de la LOGSE, seguidores). No obstante, tal cifra es comprensible si os decimos que a los pocos minutos de su creación, la cuenta alcanzó los 60.000, y que llegó un momento en el que en un solo minuto casi cinco mil personas comenzaron a seguirle. Está claro que con su primer tweet, "Winning..! Choose your Vice", el actor, como en la vida real, no iba a dejar indiferente a nadie.
Pero, como he dicho, aún con la polémica (extensa, complicada pero extremadamente interesante) de lado, hay que fijarse en las implicaciones que esta cuenta pueda tener. Charlie Sheen, que entre otras patologías sufre de incontinencia verbal, despedía a principios de esta semana a su director de RRPP, así como afirmó que no volvería a comparecer ante los medios. Llegados a este punto, solo cabe preguntarse: ¿se ha convertido Twitter en la nueva fuente de información, en la cúpula de la prensa rosa, en el diario de a bordo de quien quiera, cuando quiera y como (casi, por la limitación de caracteres) quiera? Vale, la respuesta ya la conocemos, pero a mí me sigue dando miedo el que hasta este preciso intante 1.695.893 personas lean y (de esta manera) den bombo a un personaje que se autodenomina unemployed winner.
Como me repatea que haya tanta gente siguiendo a ese tipejo. !¿No ven que no se puede ser más imbécil?!
ResponderEliminarYo creo que se le sigue por inercia. Es un poco como Belén Esteban: algunos creerán que es Dios hecho medio hombre (creo que iba por él lo del Medio de su serie) y otros le seguirán para ver qué última chorrada tiene que contar.
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