La primera temporada de Blue Bloods llega a su fin cerrando la trama seriada que ha venido acompañando esporádicamente al procedimental sobre la perfecta familia Reagan, que sirven a la ley y el orden desde la cuna hasta la tumba. Aunque cabe decir que el principal problema que acompaña a esta finale es el poco contacto que ha tenido el espectador con la historia sobre The Blue Templar (recordemos, una organización secreta parapolicial que está detrás de la muerte de Joe Reagan y cuya investigación ha sido legada a Jamie, el último Reagan en unirse al Cuerpo de Policía) a través de una temporada basada prácticamente en el procedimental criminal típico de la CBS, el tema es reintroducido de una manera bastante eficaz en el capítulo anterior y concluye perfectamente en este último episodio.
En Cellar Boy (S01E21), Jamie se reunía por fin con la gemela de Lydia Gonzalves, la cual le da una parte una parte del testamento en el que se incluye una grabadora con la voz de Joe en la que afirma que está cerca (en la investigación) pero que The Blue Templar pueden haberle interceptado. Jamie, suponiendo que la organización ahora va detrás de él después de que su arma desapareciera con el respectivo riesgo de volver a ser investigado por Asuntos Internos, finalmente acude a su familia para pedirles ayuda y consejo. Así, los Reagan se reúnen para resolver el asunto, librar a su familia de otra desgracia y limpiar de una vez al Cuerpo de Policía de toda la escoria que ha ido creciendo a su alrededor.
Los tres policías más veteranos de la familia (el abuelo Henry, Frank y Danny) han tenido contacto con una organización que aunque en un principio tenía unos firmes ideales y propósitos, últimamente se había convertido en una reunión de fracasados adictos a los locales de striptease. Lo que no sabían es que pudieran estar detrás de semejantes atrocidades. Casualmente, tiene lugar una masacre en la que son robados varios miles de dólares tanto en dinero como en drogas de unos traficantes y varios testigos aseguran haber oido a la policía realizar tal asalto.
Frank se pone en marcha y encarga tareas a Danny, Henry y Erin, las únicas personas en las que puede confiar (Jamie no puede participar porque están detrás de él). En definitiva, es un asunto personal. Danny investiga el caso, Erin ayuda en casa a controlar el seguimiento y a comprobar cuándo pueden detener a los investigados, e incluso el abuelo echa una mano aunque sea con el "servicio de habitaciones". Además, tienen a Mike Colter (The Good Wife) ayudando con el rastreo, qué mejor ayuda. Danny también le pide a Jackie ayuda y aunque su compañera al principio se niega porque actuar contra sus propios compañeros no le parece bien, entiende que estos están detrás de la muerte de Joe y acaba aceptando. No obstante, la mujer acaba rápidamente fuera de fuego cuando un coche la embiste en la carretera y tiene un accidente (por cierto, qué poco interesado se muestra Danny al oir la noticia, parece mentira).
Después de un duro seguimiento sin pruebas concluyentes, consiguen localizar a la organización con las manos en la masa apunto de repartir el botín. En una increíble entrada de la familia Reagan para expulsar a los maltrechos agentes del cuerpo, aparece en escena un grandísimo Tom Selleck en una de sus grandes poses dramáticas pidiendo no solo que esos criminales devuelvan sus placas, sino preguntando por el asesino de su hijo. El mismo se levanta y reconoce su culpa, y acto seguido se pega un tiro con su propia arma. La organización se va al garete y qué mejor momento que en el segundo aniversario de la muerte de Joe, que la familia rememora más tarde en el cementerio en una emotiva escena final.
Por otro lado, y quién sabe por qué, en este último capítulo han decidido darle más protagonismo a Jamie, el pan sin sal de la serie. En un alarde de valentía y deber rescata a una mujer, Laura Peck (Natalie Knepp, The Good Wife) que estaba a punto de ser secuestrada. Sus superiores encargan a Jamie su protección y la pareja acaba haciendo buenas migas y besándose. Al marcharse, preocupado, Jamie regresa justo cuando Laura volvía a intentar ser secuestrada y dispara por primera vez s u arma para salvar a la chica. Quién sabe por qué han decidido incluir esta trama en la finale, la cual deja la puerta abierta a una relación que poco interesa de cara a una segunda temporada (noticia que tendremos la próxima semana). La verdad es que no hacen mala pareja, pero no veo ninguna necesidad de ver esta trama en la finale.
Así acaba la primera temporada de Blue Bloods, y esperemos que no sea la última. A pesar de ser excesivamente procedimental y de tener un corte tan tradicional, sería una pena perderse una serie tan entretenida. Aunque es cierto que necesita ciertas reformas, como tener una trama seriada mucho más amplia (han demostrado en este último capítulo que la pueden desarrollar muy bien) y arriesgarse con técnicas y matices, esta primera temporada ha sido bastante decente y en absoluto aburrida. Esperemos que a la CBS no le tiemble la mano a la hora de mantenerla en el candelero, porque aunque no lo parezca les ha dado grandes resultados.
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