Llegamos al final de la temporada y nos encontramos con un Sam huyendo de la policía y refugiándose en un bar. Sam no recuerda nada, y cuando digo nada, me refiero a que no se acuerda ni de su nombre. La camarera intenta ayudar a Sam a recordar algo y le aconseja que vaya a Urgencias, pero hay algo que le dice a Sam que está en una carrera a contrarreloj y que tiene que darse prisa. En el bar hay un libro de Lovecraft, el escritor que en el episodio anterior estuvo tan presente, y al tocar el libro le vienen varias imágenes del episodio anterior y una imagen de un motel. La camarera se ofrece para llevarle a dicho motel. Llegan al motel y su instinto le lleva a una habitación, donde hay archivos de investigación sobre la desaparición de Elle.
Ver todos los papeles y la investigación, hace que Sam tenga un flashback donde él, Dean y Bobby fueron a buscar a Elle y la descubrieron moribunda diciendo que Crowley y Castiel la torturaron hasta saber cómo conseguir abrir la puerta del purgatorio, y antes de decir donde estaban el ángel y el demonio, Elle murió. Acto seguido, Castiel aparece borrándole la memoria a Sam para asegurarse de que les dejan abrir el purgatorio. Sam coge de la habitación las llaves del Chevrolet Impala y cuando la camarera y él van hacia el coche alguien les dispara, y Sam se ve a sí mismo apuntándoles con una pistola. Parece ser que hasta ahora, lo que estaba sucediendo es en el subconsciente de Sam, porque Sam está en coma y Dean está a su lado intentando que despierte.
Bobby discute con Dean sobre las posibilidades y descubrimos que lo que hizo Castiel no fue borrarle la memoria, sino que le quitó el muro que Sam tenía en la mente cuando le devolvieron el alma poniéndole en peligro. En su subconsciente, Sam tiene que enfrentarse al Sam sin alma, más bien tiene que huir de él después de que el Sam ‘malo’ le explique lo que está pasando. Tras huir, el Sam sin memoria consigue disparar al Sam ‘malo’ y antes de morir le advierte de la existencia de otro Sam mucho peor que él. La muerte de ése Sam, hace que en la realidad su cuerpo entre en convulsiones. Eso hace que Sam recuerde quién es y quién es la camarera, una chica que mató cuando no tenía alma para tener a tiro a un demonio.
En la realidad, Balthazar aparece y les da la dirección en la que están Castiel y Crowley para que vayan a detenerles. Castiel tras pensarlo decide romper su trato con Crowley y le dice que no va a permitir que tenga ni una sola alma del purgatorio, así que o desaparece o le mata…y tras quejarse, Crowley decide lo primero. Ahora es el turno de que el Sam sin memoria se enfrente con otro Sam…el que recuerda el infierno. Dean se va con Bobby a la dirección que Balthazar les dio, y tiene la esperanza de que Sam se despierte y vaya con ellos, por eso le deja al lado de la cama una pistola y un papel con la dirección.
El Sam que recuerda el infierno le dice al otro que para volver al mundo real tiene que saber todo lo que él sabe, pero no se lo aconseja…pero ya sabemos cómo es Sam, haría lo que fuese por su hermano, entonces coge el cuchillo que le ofrece y mata al Sam que recuerda todo, experimentando el cuerpo lo mismo que la vez anterior. Castiel descubre que Dean está de camino a donde él está y llama a Balthazar para pedirle explicaciones y termina matándole. A las afueras, Dean y Bobby piensan como entrar, pero una ola de demonios en su forma espiritual aparece y destrozan el Chevrolet Impala con ellos dentro. Crowley aparece junto a Castiel y le dice que tiene un nuevo socio, Raphael, quien le ha prometido el purgatorio a cambio de romper el trato con Castiel, y termina diciéndole a Castiel lo mismo, o desaparece o le mata.
Dean y Bobby como pueden salen del destrozado coche y van a la caza de Castiel, pero se encuentran con Raphael y Crowley, intentan matarlos pero lo único que consiguen es que Crowley les tire por unas escaleras. Sam ha despertado y acude a la dirección que Dean le dejó apuntado, y lo pasa mal porque empieza a recordar cosas del infierno. Raphael y Crowley acaban con el hechizo pero no funciona, Castiel aparece diciéndoles que han utilizado la sangre equivocada (necesitaban una mezcla de sangre de virgen y de sangre de alguien del purgatorio, Elle). Por lo que cuando Crowley le echó, el utilizó la sangre correcta en su propio ritual abriendo la puerta del purgatorio y cogiendo todo el poder de las almas. Deja escapar a Crowley porque tiene planes para él, y a Raphael lo mata.
Dean intenta convencer a Castiel de que debería de dejar todo eso, pero Castiel se niega porque hay bastantes ángeles que estaban a favor de Raphael y tiene que castigarlos. Sam aparece y le clava la espada que mata ángeles sin efecto ninguno porque como dice Castiel, ha dejado de ser ángel y ahora es el nuevo Dios y si no se arrodillan ante él, los matará.
El fin de temporada no ha estado mal, pero también tengo que reconocer que comparados con finales de temporada anteriores ha sido bastante flojo. Que medio capítulo haya sido en otra realidad, donde Sam está intentando volver a la realidad, al principio está bien pero llega a ser un poco pesado. Además de eso, que haya terminado con Castiel volviéndose un dictador religioso no me hace mucha gracia porque siempre le había visto como un buen personaje, y ahora se está volviendo un personaje demasiado repelente. Pero aun con estas pegas, el capítulo ha sido bastante bueno. Así que nada, nos veremos despúes del verano.
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