El desastroso regreso de Fran Drescher

No hay lugar a dudas de que Fran Drescher es un mito televisivo: The Nanny o La Niñera, la sitcom que la llevó a la fama, ocupó seis temporadas de la parrilla de la CBS y todavía es recordada por cariño por miles de espectadores. Esa es, con seguridad, la razón que me llevó a ver el regreso a la televisión de la mítica actriz a través de su nueva serie Happily Divorced, aunque sin la espectacular voz de doblaje de Pilar Almería (que también dio voz a Leila Kenzle en Mad About You) la realidad es mucho menos interesante, todo hay que decirlo. Lamentablemente, tomar esta decisión fue sin duda un error.

Sin duda, la historia prometía. Aunque la promoción ha sido nula por parte de TV Land, cadena de cable con poco recorrido en producción original pero siempre en forma de comedia multicámara (Hot In Cleveland, Retired at 35), esperaba encontrar un producto algo más trabajado y no una serie que entra a bombo y platillo con la risa enlatada y un par de bromas para caldear el ambiente. Tenía algo de morbo, por llamarlo de alguna manera, conocer aunque de forma edulcorada y artificial lo que pretendía ser la historia de la propia Fran Drescher con su ex-marido Peter Marc Jacobson, ambos creadores del proyecto. Teóricamente, la serie se basa en las experiencias de la pareja una vez el guionista decide salir del armario después de más de 20 años de matrimonio, y aunque se divorcian continúan siendo amigos (y de hecho, continúan trabajando juntos como podemos observar).

Siendo una comedia multicámara no esperaba una cruda realidad, pero sí algo menos del buenrollismo que rodea a todo el producto. En la ficción, Fran (obviamente interpretada por Fran Drescher) y el agente inmobiliario Peter (interpretado por John Michael Higgins, Community), una pareja que lleva casada 18 años se ve obligada a romper su matrimonio cuando el marido se da cuenta, después de tantos años, de que es gay. Entiendo que como comedia no hay que "hacer un drama" de todo esto, pero esperaba una reacción más típica de Ross Geller cuando se entera de que Carol es lesbiana que la de una mujer a la que parece que se le ha quemado el asado. Como si nada, la pareja se divorcia pero continúa viviendo bajo el mismo techo porque, oye, son muy modernos.

A partir de aquí, Fran comienza a volver al campo de juego de las citas en compañía de su mejor amiga Judi (una forzada Tichina Arnold, Everybody Hates Chris) mientras Peter explota todos los estereotipos homosexuales bajo la atenta mirada de un empleado de la floristería de Fran, Cesar (Valente Rodriguez, George Lopez) el típico alegre y bonachón latino que trata de ser amable con sus patrones. Fran conoce a Elliott (D.W. Moffett, Friday Night Lights y ahora también en Switched At Birth) y tiene una desastrosa cita con él, aunque el hombre sigue insistiendo y parece no preocuparle demasiado que el ex-marido homosecual de la mujer que le interesa siga viviendo con ella. Además, a la ecuación hay que sumar la existencia de los padres de Fran: Dori (Rita Moreno, Oz) y Glenn (Robert Walden, Brothers), que parecen absolutamente cómodos con la situación de su hija.

En este ambiente utópico, en el primer capítulo comparten protagonismo las situaciones de "¿Cómo no lo viste?" ante la estereotipada conducta del ex-marido gay y una revoloteada Fran ante la perspectiva de tener citas, acompañadas de chistes sencillos y de algunas referencias a la cultura popular. Personalmente, los gags me parecieron bastante simples y no muy graciosos, y la forma de explotar las bases de la sitcom estándar no es nada atractiva, dando como resultado un producto anticuado que tal vez hace dos décadas hubiera sido un bombazo pero que a día de hoy carece de frescura. Le hace falta mucho más atrevimiento o al menos una Fran Drescher menos decaída que levante el producto de alguna manera.

Sin duda, una pena. Esperaba algo más de la Drescher, pero tal vez algunos de vosotros lo veáis con otros ojos. ¿Qué opináis? ¿Os ha gustado el piloto de Happily Divorced?