Si fuera productor de televisión me lo pensaría dos veces antes de contratar a Joseph Fiennes (FlashForward, Camelot) para que saliera en mi serie. Ni siquiera como actor invitado. Y es que es bien conocido en el mundo del espectáculo la supersticíón es tan importante como una buena interpretación: en el teatro, por ejemplo, están prohibidos el amarillo y Macbeth; en el cine, interpretar a Superman; en televisión, ahora es contar con Joseph Fiennes en el reparto. Camelot ha sido cancelada, la segunda interpretación del actor en televisión y la segunda en hundirse tras una única temporada. De broma, más de uno ha comentado que el actor está maldito en televisión, y es que el pleno de cancelaciones parece ir más allá de la pura casualidad.
Joseph Fiennes es más conocido por sus papeles en cine que en televisión. Actor reconocido gracias a títulos como Elizabeth, Enemy at the Gates, Luther y, curiosamente Shakespeare in Love, desde 2009 ha probado suerte en televisión, primero interpretando a Mark Benford en la malogradísima FlashForward de la ABC que duró apenas una única temporada, y después al mago Merlín en Camelot, otro intento de Starz por una producción pseudohistórica/fantástica y que finalmente no ha conseguido su renovación y fue cancelada ayer sin muchas sorpresas. Obviamente, culpar a Fiennes del desastre de sus únicas series es una exageración por mucho que se trate de una broma, pero quién sabe si el actor volverá a televisión después de estos fracasos.
Si hay que culpar a alguien el dedo acusador debe apuntar por último a los actores, aunque por supuesto siempre pueden tener parte de culpa. FlashForward fue una serie de la HBO que la cadena de cable decidió vender (afortunadamente) en el último momento, primero porque era una opción de televisión en abierto clarísima y segundo porque de haber sido en la HBO hubiera durado más de una temporada (aunque no dudo de que la calidad hubiera sido mucho mejor). En la ABC pronto fue abandonada por la audiencia por la complejidad de un producto que se confundia tan rápido como abandonaban sus productores, así como por un incomprensible caos de calendario que pasó rápidamente factura a los ratings (por cierto, un error que han vuelto a cometer en The Event). Obviamente, el sobreactuado Fiennes no tenía la culpa de que el público ya no se interesara más por su serie pero ni que decir tiene que su habilidad interpretativa no estaba a la altura de un thriller de tal calibre.
No obstante, en Camelot creo que el actor sí que ha tenido más culpa que lo esperado. Su personaje, Merlín, fue interpretado por el actor de una manera tan estrambótica que resultaba caricaturesco y no ha estado al nivel de sus compañeros de reparto, especialmente de la estupenda Eva Green. Tras la cancelación de la serie por Starz, Deadline explicaba ayer las razones que han llevado a la cadena de cable a liberarse del drama artúrico: principalmente, los problemas de calendario y de organización que han desgastado a su reparto de actores, los cuales más de una vez se han enfrentado a la productora por el caos de la producción; la audiencia, en cambio, no ha sido uno de los motivos fundamentales de su cancelación, pues de la premiere a la finale la serie ha pasado de 1,13 millones de espectadores a 1 millón y de 0,5 a 0,4 en los ratings. La cadena ha preferido enfocarse en su próxima apuesta, Torchwood: Miracle Day y olvidarse del mal trago de Camelot. Y bien por ellos, la serie no merecía tantas atenciones.
Ahora bien, por muchas y excesivas que sean las deficiencias interpretativas de Joseph Fiennes nadie le puede culpar de estos dos fracasos aunque como broma es tan correcta que quién sabe la repercusión que pueda tener en la carrera del actor. Quién sabe, tal vez sea cierto que es un actor maldito en televisión, no por su interpretación sino por su simple presencia en una producción. Habrá que esperar para ver cuál es su próxima serie y ver si es cancelada o no y, por su bien, espero que la próxima vez se mantenga a flote: a nadie le gusta estar maldito.
Yo a este le vi en Lutero, y debo decir que no estaba mal de todo. No es que diera mucho de sí, pero para lo que era la película valía. De todas maneras tampoco entendí tanta crítica que le echaron encima en FF, que no era lo único malo.
ResponderEliminarDe Camelot si que vi sòlo el piloto, y me chirrió desde el principio. Es que intenta hacerse el misterioso y no le sale al hombre.
Es de los que ponen la voz quebrada para parecer malo y dan vergüenza ajena. Gracias por pasarte, un saludo!
ResponderEliminarPara mí, el error de casting de Camelot, ha sido Jamie Campbell Bowrer. Un Arturo muy flojo, cualquiera de sus caballeros derrochaban mas presencia que él.
ResponderEliminarEs cierto, ese es otro error más que obvio. De Camelot no vi mucho, pero mis ojos eran siempre para Eva Green. Un saludo y gracias por pasarte!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Astrea: el rey Arturo era muy flojillo, aun teniendo en cuenta solamente el aspecto físico, no tenía la pinta de un gerrero ni de casualidad. A mí Merlín me gustó, y también Morgana. Debe ser porque me gustan las figuras de magos :-)
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