A estas alturas, decir que Breaking Bad es la mejor serie que se emite en televisión es quedarse corto. No es solo por el hecho de que es una realidad como la copa de un pino, algo que si no lo reconoces es porque no has tenido la oportunidad de verla (o si la has visto lo has hecho, de alguna forma, mal) sino porque la tan repetida coletilla de "siempre sorprende" se convierte aquí en un argumento flojo para validar a cualquier otra serie de calidad. Breaking Bad no sorprende sino que es una sorpresa en sí misma, y Hermanos es el perfecto paradigma de su grandeza.
Entre los puntos pendientes de la serie de Gilligan estaba, hasta ayer, el desenmascarar a Gus Fring y sacar a la luz la faceta oscura y secreta del misterioso personaje. Hermanos no lo consigue pero al menos hace un esfuerzo por iluminar los recovecos de la vida del traficante, guardándose las piezas más diminutas y relevantes para otra (y seguramente gran) ocasión. Y es que el pasado y el presente del señor de los Pollos Hermanos se ha convertido de la noche a la mañana en una de las piezas clave de esta cuarta temporada y, posiblemente, de las más interesantes e inquietantes de la serie.
En Hermanos descubrimos que no es solo Walter el que vive entre la espada y la pared. El perfecto caballero Gus Fring, que por si no tuviera poco con los problemas del cartel de la droga, se ve envuelto de la noche a la mañana en una investigación de la DEA por su relación con Gale Boetticher. Aunque aparentemente está limpio, el tenaz Hank Schrader no va a dejar pasar a un hombre con un pasado tan misterioso, y hasta que no descubra quién y qué era Gus Fring en su Chile natal perseguirá al Señor de los Pollos hasta que encuentre algo con lo que capturarle. No obstante, su minusvalía no le permite hacer todo lo que él quisiera y Hank engaña al mismísimo Walter para que le eche una mano. La ironía no solo sirve para ver cómo reacciona el químico ante la tentativa de deslealtad sino para ver cómo se toma Gus el que Schrader utilice a su conflictivo empleado para sus peligrosos propósitos. Bastante tiene que ocultar Gus para que Hank le ande acechando con tan poca sutileza.
Tras la escenaza del coche con Hank y Walter en juego (y Mike y Gus en la retaguardia), el capítulo nos deja observar lo que parece ser una pieza del oscuro pasado de Gus Fring y lo que podría ser la base de la trama del cartel que ya fue introducida anteriormente. Una tremenda escena de flashback íntegramente en castellano pone en escena a Gus y a su antiguo socio (y químico) Max, los cuales consiguen reunirse con el capo del cartel Don Eladio (Steven Bauer, Scarface) después de llevar a cabo una astuta estratagema para llamar su atención (y que recuerda, irónicamente, a la que hizo Walter en su momento).
La conversación, en la que también está presente Tio Salamanca (recordad, familiar de Tuco y de los primos calvos), gira en torno a introducir la droga de los Pollos Hermanos en el cartel pero acaba irremediablemente en el asesinato a sangre fría de Max por la insolencia de su atrevimiento. Don Eladio le perdona la vida a Gus Fring pero solo porque sabe cuál es su pasado, y que Tio fuera el que disparara el arma también explica por qué los primos de Tuco no pudieron con Hank Schrader ... sangre por sangre.
La conversación, en la que también está presente Tio Salamanca (recordad, familiar de Tuco y de los primos calvos), gira en torno a introducir la droga de los Pollos Hermanos en el cartel pero acaba irremediablemente en el asesinato a sangre fría de Max por la insolencia de su atrevimiento. Don Eladio le perdona la vida a Gus Fring pero solo porque sabe cuál es su pasado, y que Tio fuera el que disparara el arma también explica por qué los primos de Tuco no pudieron con Hank Schrader ... sangre por sangre.
Aunque el capítulo gire en torno a Gus no hay que olvidar otras tramas igualmente relevantes. Por un lado, vemos a Skyler ocultar el dinero de Walter en fundas de ropa y esconderlas en el sótano de la casa. Descubrimos también que Jesse está manteniendo a Andrea a través de Saul, el cual parece convencerle para que vuelvan a estar juntos, y también descubrimos (o eso parece) que Jesse no tiene todavía clara su lealtad: aunque parece escuchar a Walter, éste descubre que su compañero le está mintiendo acerca de sus reuniones con Fring.
Por último, el argumento inicial de Breaking Bad vuelve a aparecer en escena. Walter acude a una revisión para saber si el cáncer ha remitido o no. A su familia le dice que sí, pero su orgullo puede ser el que llevara la voz cantante en ese momento y puede que tengamos alguna sorpresa más adelante. Al fin y al cabo, si Walter dice que todos tenemos una sentencia de muerte y que lo que importa es quién esté al mando de nuestras vidas es por alguna razón.
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