El paciente sufre una taquicardia, por lo que definitivamente pasa algo, y llegan a la conclusión que lo que le pase está provocado por los antihistamínicos que tomaba. El paciente tiene una mujer y 2 hijos que le dejaron cuando empezó a regalar el dinero, y tras explicarlo empieza a convulsionarse, por lo que queda descartada la teoría de los antihistamínicos. La nueva teoría es que el paciente tiene un ecovirus y empiezan a tratarle. Empieza a mejorar y deciden darle el alta, pero House lo niega cuando el paciente decide donar un riñón a una paciente de la que ha oído hablar. Como House no tiene ni idea de qué le pasa, Trece vuelve sólo para ayudarle en ése caso, y deben hacerlo antes de que le quiten el riñón.
Tras debatir, llegan a la conclusión de que es la enfermedad Whipple, pero vuelven a equivocarse ya que las pruebas dan negativo. House quiere hacer una prueba a escondidas ya que Foreman le ha sacado del caso por sabotear la operación de trasplante. Para ello utiliza a Trece, se hace pasar por una mujer que necesita urgentemente un riñón y descubren que el paciente no sólo se presta voluntario, sino que su intención es donar todos sus órganos. Tras pensar y pensar, a House le llega la inspiración, tiene la enfermedad de Plummer, un problema de tiroides, sólo tienen que extirpar una masa y el paciente será el de siempre. Trece está pensando volver al equipo, pero ahora es House quien la ‘despide’ porque no quiere a nadie en su equipo para no sentirse culpable.
Capítulo entretenido pero sin sorpresa alguna, han vuelto a casos de siempre y parece ser que han dejado de lado los casos extraños. Buena actuación de Wentworth Miller, pero lo mejor del episodio creo que ha sido la participación de Jessica y Trece como equipo de House, y me gustaría que ambas perteneciesen al nuevo equipo de House. Lo malo es que House ha despedido a Trece, pero no sé si será definitivamente o no.
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