Raising Hope, a pesar de lo que pueda parecer, puede ser una caja de sorpresas. Y si no os lo creéis, basta con que veáis el último episodio para que observar cómo una serie bastante modesta y con una premisa tan básica tiene la capacidad de asombrar y hacer reir al espectador a partes iguales. Lamentablemente, los datos de audiencia no me dan la razón, ya que aunque tuvo unos más que decentes demográficos de 2,9/7, su lead-in formado por Glee y la aún más exitosa New Girl tendrían que haberle dado un empujón más fuerte. De todas formas, lástima por aquellos espectadores que decidieron dejar de ver la Fox después de su encuentro semanal con Zooey Deschanel.
Narrado como un relato en tres actos, Kidnapped sigue la estela de temas familiares que con tanto salero los Chance saben explotar a su manera. ¿Los temas de esta semana? El miedo al compromiso, la pareja más adecuada y la presión de nuestros mayores para que tengamos lo mejor. Un cóctel muy interesante y, sobre todo, divertido que comienza con la llegada a la modesta casa de los Chance de un curioso hombre, Jack (Sean Bridgers, Deadwood), poseedor de una gigantesca mata de pelo que le da un aspecto un tanto excéntrico y que dice ser amigo de Burt. Eso sí, en cuanto cruza el umbral Virginia le arrea un mamporro en la cabeza que le deja inconsciente. ¿Por qué? Porque 20 años atrás, Jack secuestró a Burt.
Cuando Jimmy era pequeño y Burt y Virginia pararon en una gasolinera, Burt desapareció de repente y, según unos jóvenes le dijeron a la mujer, éste había sido secuestrado por el hippie de Jack. Burt desapareció durante meses, en los que supuestamente acabó en Méjico trabajando en un campo de coliflores, pero consiguió escapar y regresar a casa. Pero, obviamente, esto no fue así. Vayamos por partes, porque esta historia está contada en base a una delicia de flashbacks.
- En realidad, Burt no fue secuestrado. El tal Jack le mostró su estilo de vida, libre y sin ataduras, en el que podía hacer lo que quisiera, por lo que el Chance se escapó con él para disfrutar de su existencia. Al menos hasta que descubrió que en una caravana tan cutre como la que tenían ninguna chica querría acercarse a ellos (y por eso pasa lo que pasa), por lo que Burt decidió volver a casa con la mujer de su vida.
- Virginia lloró a Burt durante un tiempo pero el policía que investigaba su desaparición, el diminuto Ross (Whit Hertford, Jurassic Park), estuvo a su lado todo el tiempo comportándose como un perfecto caballero. Después de muchas dudas y de comprobar que con Ross su vida era mejor, Virginia aceptó tenerle en su vida... pero Burt apareció de repente y la mujer se despidió de su pretendiente.
- La realidad era que Maw Maw jamás aprobó el matrimonio de Virginia y Burt, por lo que hizo que Virginia empezara a no soportar a su marido haciéndola creer que tenía unos hábitos insoportables, e incluso llenó de azúcar a Jimmy para que se volviera hiperactivo. También contrató a Jack (después de un intercambio salival) y agotó la gasolina del coche del matrimonio, y cuando Burt se marchó se lo puso muy fácil a Ross para que conquistara a Virginia.
La conclusión, un tanto ñoña como siempre, es que a pesar de los esfuerzos de Maw Maw Virginia y Burt siguieron juntos (y a punto de hacerlo en la mesa de la cocina). Un capítulo tremendo, divertidísimo y que juega con una narrativa muy amena y dinámica, muy del estilo de How I Met Your Mother. Con gags tronchantes y actuaciones excelentes. Si no estáis viendo Raising Hope, os estáis perdiendo una comedia estupenda.
Por cierto, ¡recordad que esta noche se emite el siguiente capítulo (S02E04)!
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