The Walking Dead S02E01. What Lies Ahead

Después de más de diez meses de espera, por fin ha regresado The Walking Dead a televisión, sustituyendo el  hueco que dejó libre la semana pasada Breaking Bad. Pero lo importante no es el qué sino el cómo: tras promocionar la serie por todo el mundo, la segunda temporada de The Walking Dead no solo se estrenó con un rotundo éxito en Estados Unidos recogiendo unas cifras récord de 7,3 millones de espectadores (no solo para su cadena, AMC, sino también para toda la televisión por cable), sino que este triunfo se ha reproducido en otros países, como España. Aquí, Fox España estrenaba la serie una noche después que la premiere estadounidense ante la suculenta cifra de más de 400.000 espectadores tras una extensa promoción que ha viajado desde la Pasarela Cibeles hasta fiestas con famosillos que tienen poco que decir pero mucho que beber, e incluso algunos afortunados pudieron ver el preestreno ayer en pantalla grande.

De cualquier modo, What Lies Ahead me ha parecido un comienzo de temporada convincente, aunque ni rotundo ni mucho menos dentro de las expectativas. Porque es obvio que una vez te has leído los cómics las expectativas, no de acción sino de situación (que ocurra una cosa o la otra para que la adaptación cobre un significado), cambian. En este sentido, aunque ya estamos lejos de esa línea que cruzó la serie en la primera temporada alejándose de la ruta marcada por la obra impresa, sigue enfureciéndome que ciertas bases de la serie se mantengan todavía en pie únicamente para aportar un drama romántico totalmente prescindible (con una palabra, Shane). Y para qué negarlo, no voy a dejar que la decepción se quede en una cuestión de expectativas porque aunque la serie haya mantenido para esta segunda temporada esa atmósfera tan identificativa, incluso como signo de calidad, nadie puede negar que la segunda mitad del capítulo ha sido un verdadero aburrimiento.

La lentitud de la historia funciona muy bien en determinadas situaciones, como en la larguísima escena de la marea de caminantes que acecha a nuestro grupo de supervivientes en un atasco en la carretera, donde vemos centenares de criaturas pasar rozando a los que se ocultan bajo los coches. Funciona también cuando Andrea le increpa a Dale el que se la hubiera llevado contra su voluntad del CDC así como el que no le quiera dar ahora el arma de su padre por miedo a que se suicide (atentos a esta pareja y, sobre todo, atentos a Andrea con un arma). Funciona también en cierto modo esta lentitud cuando sale a relucir el resentimiento de Shane. Y funciona especialmente en la asquerosa pero estupenda escena en la que Daryl y Rick revuelven las tripas de un zombi para averiguar si se ha comido a Sophia.

Porque esa es otra, seguramente sea la desaparición de la niña la que estropea en términos generales el episodio. Aunque tenga un sentido conforme a lo que vaya a pasar más adelante o mejor dicho, a dónde nos va a llevar la historia, cómo se han organizado las tramas alrededor de la búsqueda de Sophia me ha parecido realmente aburrido. Carol culpa a Rick, Andrea se quiere marchar con Shane, Lori está harta de todos, Shane se vuelve insoportable y Dale muestra un lado oscuro que no conocíamos (pero que conoceremos más profundamente, espero), todo ello mientras el grupo acaba en una iglesia en la que los guionistas decidieron que era el sitio perfecto para animar la historia a través de la redención y la culpa. Craso error. No obstante, hay que decir que el final en el que Carl es disparado por error nos va a introducir en una nueva historia que, espero, sea algo más interesante que este primer episodio.

S02E02. Bloodletting (y del resto)