Desperate Housewives S08E08. Suspicion Song

Las cosas en Wisteria Lane cada vez van a peor, que se lo pregunten a Gabrielle. La pobre tiene que hacer frente a su marido, cuya culpabilidad le está pasando factura. Sigue bebiendo más y más y se niega a aceptar que tiene un problema, hasta el punto que no va al trabajo y Gaby tiene que ir a la oficina por él. Y pasa lo que suele pasar en estos casos, Gaby mete la pata, aparece uno muy amable ayudándola, y lo que realmente hace es intentar quitarle clientes porque no le van a renovar el contrato. Finalmente uno de sus clientes más importantes, cuando se entera de su situación, va a su casa para intentar que cambie su problema.

Parece que a Lynnette casi le ha cambiado la suerte, digo parece porque en realidad no es así. Recibe un consejo de una de sus clientes diciendo que si cambia su peinado y su forma de vestir, Tom querrá volver a estar con ella. Si a ese consejo le sumas que al llegar a casa, recibe un ramo de flores por parte de Tom con motivo de su aniversario, Lynnette está radiante. Así que decide quitarle la llave de casa de Tom a su hija y llevarle una botella de whiskey como siempre hacían en los aniversarios. Pero al llegar allí sorprende a Tom y a Jane en situación casi íntima. Tom tenía un encargo en la floristería de que cada año le mandasen a Lynnette un ramo de flores y se le había olvidado cancelarlo.

Luego está Bree, sólo le queda Gaby, ya que ni Susan ni Lynette le hablan. Bree se siente acosada porque Chuck no para de aparecer acusándola. Chuck no cree que fue ella quién mató al padrastro de Gaby, pero sí que lo encubrió y tiene que pagar por ello. Y como Gaby ya está pasándolo bastante mal con Carlos, no le cuenta lo de Chuck para que no se preocupe más, cosa que hace que también pierda a Gaby. Por consecuencia, Bree sóla en casa, decide tomarse una copa de vino tras muchos años sin probar nada de alcohol.

Por último Susan metió la pata en el episodio anterior pintando un cuadro de ellas 4 enterrando un cadáver, a modo de liberación personal. Lo que Susan no esperaba es que el cuadro fuese a causar furor. Un amigo de André ve el cuadro y decide ponerlo en su galería, pero Susan se niega, así que tanto André como su amigo deciden exponerlo sin su consentimiento. En la galería el cuadro es un éxito y Susan aterrada exige que lo quiten, pero para que lo quiten tienen que venderlo, así que se traga su orgullo y le pide a Gaby y Bree que lo compren. Lo malo es que aparece Chuck y al ver el cuadro sus sospechas cada vez son más sólidas.

Episodio normalito en el que la mayor tensión que ha habido es la historia de Bree. Pero tras ver un par de episodios de ésta temporada, bien podrían cambiar el título a 'Mujeres Desgraciadas' porque sólo les vienen problemas y tristezas. En este capítulo el toque de humor que tenía la serie ha desaparecido y esperemos que el toque de la bebida, tan recurrente en la serie (primero Bree y luego su hijo Andrew), no lo tengamos ahora doble por parte de Carlos y otra vez de Bree.