Como ya dijimos la semana pasada, seguimos con "La vida de Blair Waldorf y cosillas de sus amigos", aunque, esta vez, para bien, porque por lo menos en ese eje, el capítulo ha sido bastante grande. Con más menciones a la protagonista de la serie de las que nos tenían acostumbrados últimamente, el retorno de la Blair soberana del Uper East Side y del lado sensible de Chuck, esta semana nos hemos encontrado con un capítulo indispensable para los fans de Chair, que hacía tiempo que no tenían nada bueno que comentar, con tanto Dan por el medio.
Blair, con el consentimiento de Louis, vuelve a ser ella misma por un día (pero con un sombrerito súper hortera), reuniendo a varias de sus súbditas (y a Charlie/Ivy que pasaba por allí) para competir para ser dama de honor en su boda. La prima de Serena, que tiene la presión continua de Diana por si la descubre, decide hacer cualquier cosa para ganar el puesto y poder cubrir la boda real para The Spectator. Lo que su jefa no sabe al instarla a hacer eso, es que la prueba final es besar a Nate, y cuando ésta lo consigue, Diana, celosa, descubre su relación con su subordinado y las verdaderas intenciones de Charlie para/con él, marcando así su territorio, y asegurándose de que Charlie no se entrometerá.
Por otro lado, averiguamos que lo que Louis pretendía pagando a la psicóloga de Chuck era hacerle enfurecer, que sacara la bestia que lleva dentro, para alejarlo definitivamente de Blair, pero la doctora, al ver la reacción de Chuck al mencionarle a su verdadero amor, rechaza el dinero del príncipe, sin saber que su cliente les está viendo. En la fiesta de inauguración de The Spectator, Chuck saca a la luz delante de Blair los trapos sucios de Louis, lo que hace que la estabilidad de la feliz pareja parezca empezar a tambalearse pese a todo tras una discusión en la que Louis confiesa a Blair que encontró la prueba de paternidad. Más tarde, en casa de Blair, Dorota le dice que alguien ha ido a disculparse, pero, pese a creer que es Louis, es Chuck quien verdaderamente está allí, y se disculpa por todo lo malo que ha hecho, dejándonos una de las mejores escenas que he visto a lo largo de la serie, de esas que te dejan con la boca abierta. Parece que Chuck quiere pasar página arreglándolo todo, pero la cara de Blair nos hace pensar que a lo mejor aún hay esperanza para la pareja (¡OJALÁ!). Veremos qué pasa...
Por último, Serena y Dan preparan en la oficina de Jane lo que será el guión de Inside, pero por unas cosas o por otras, Dan acaba fuera del proyecto, prometiéndole Serena que dará la cara por él, pero tras varios engaños y dificultades con su jefa, acaba también fuera del proyecto. Con la ayuda de Diana, consigue que la producción de la película muera, ya que pretendía cambiar todo, así como el trabajo de Serena. Como compensación y tras comerle la cabeza, ésta acaba haciendo un blog para The Spectator en el que contará su vida, para así conseguir desbancar a Gossip Girl.
En resumen... todo eso me da igual, sólo quiero saber qué pasa con Blair y Chuck, pero supongo que ese es efecto que están creando, o si no no habría llamado la serie como la llevo llamando dos semanas...
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