The Walking Dead S02E06. Secrets

Seamos objetivos. Tengamos en cuenta todos los aspectos que han convertido a The Walking Dead en la serie de televisión que es y no en la serie de televisión que nos gustaría que fuera. Pensemos en todos esos cambios de guión, supongamos estudiados para crear un producto más llamativo; pensemos en todas las decisiones que se han tomado no solo para sacar la adaptación adelante sino para mantenerla viva; pensemos en el presupuesto, las limitaciones de la planificación y en cualquier otro asunto que pueda interferir en una serie. ¿Qué conclusiones podemos sacar? ¿Merece The Walking Dead nuestra aprobación? Pensadlo bien.

Seguramente el próximo episodio de la temporada, y último antes del parón que comenzará la serie para regresar el 12 de febrero del próximo año, sea espectacular. Tras seis extensos episodios se puede decir que todas las cartas están sobre la mesa (hagamos cuentas: una niña desaparecida -por dios, por cuánto tiempo-, un granero a rebosar de zombis, un embarazo y una serie de relaciones que podrían acabar muy mal); cabe esperar, con cliffhangers de por medio, que la serie dará una resolución, al menos parcial, a todo lo establecido y los que hemos leído el cómic más o menos podemos esperar ciertos hechos, que a comienzos de temporada eran inimaginables. Siete episodios se han necesitado para narrar una serie de tramas que bien se podrían haber contado holgadamente en la mitad, y por fin podemos decir que más o menos (aunque tímidamente) The Walking Dead ha decidido seguir los pasos de la obra original. Una vez establecidos los puntos fuertes de la misma, por fin podemos respirar y observar el espectáculo pero, echando la vista atrás, tan solo unas semanas, observo la desidia con la que he seguido esta temporada esperando ver algo del valor de una historia que se ha visto negada hasta ahora. Sin duda, demasiado tarde y, aunque seguro caeré de nuevo en febrero, desearía poder decir que no volveré a ver esta serie tras la semana que viene.

Caeré porque The Walking Dead, queramos o no, tiene el potencial de la perfección, que si me apuráis, se esconde más debajo de un ritmo rápido y siniestro que de la posición de lentitud absoluta actual. Obviando ciertos matices y personajes (oh, cómo sería todo si no existiera él?), al final me ha satisfecho cómo se ha posicionado la historia de cara a un desenlace atroz. La granja de Hershel es todo oscuridad, aunque sumida en la ignorancia (o en la inteligencia, quién sabe), y mientras los dueños tratan de ocultar su secreto los visitantes se acomodan rápidamente a un lugar que no les corresponde, mientras sus roles antes del apocalipsis salen a relucir, adaptados a los nuevos tiempos. Los personajes principales se adecuan a la situación: Lori le confiesa a Rick que está embarazada, y que estuvo con Shane (solo hace falta sumar dos más dos); Andrea comienza a convertirse en la despiadada tiradora que tanto atrapa en el comic aunque aquí Shane acabe de por medio con la delicada mano de la muchacha en el paquete (que no la corrompa, que no la corrompa), mientras Dale les observa con resentimiento (que por cierto, qué cotilla es el señor); Glenn y Maggie continúan conociéndose e incluso el pequeño Carl tiene ganas de molestar al querer apuntarse al entrenamiento de tiro. Pero que no se acostumbren porque el granero llama a la desgracia, aunque su contenido sea menos humano de lo que a Hershel le gustaría creer.

Sin duda, un episodio que roza la decencia y que no tiene ni punto de comparación con el anterior (sí, ese que parecía el monólogo de Bear Grylls a través del personaje de Daryl Dixon). Incluso para los amantes de los zombis esta vez habéis podido ver morir a unos cuántos gracias a los tiros de Andrea. La cuestión es, en definitiva, ¿por qué se ha esperado tanto para contar esto?

Promo S02E07. Pretty Much Dead Already