Estas navidades descubrimos que Stan Lee era espía. A principios de esta temporada nos enfrentamos contra el malvado Mark Hamill. Hace unas semanas conocimos a Cheryl Ladd, la madre de Sarah. El corazón de Casey pertenece a Carrie-Anne Moss. Y ahora aprendemos (gracias a un original tatuaje) que no debemos confiar en Bo Derek (Tarzan, The Ape Man, Bolero, 10). Puede que esta última temporada no brille por su audiencia ni tenga una trama que nos ponga los pelos de punta cada capítulo, pero colaboraciones espectaculares no le están faltando.
El capítulo de esta semana, aunque ha tenido puntos graciosos, ha sido más relleno que otra cosa, y a estas alturas, no pueden permitirse capítulos así. Treinta de los cuarenta y dos minutos de capítulo han sido bastante sosos, pero quedando lo que queda por delante, tampoco vamos a poner el grito en el cielo. Pese a todo, por fin nos dan un cliffhanger al que agarrarnos para ver la serie la semana que viene, pero vayamos por partes.
Sarah, harta de la vida de espía y deseosa de formar una familia, propone a Chuck que Industrial Carmichael pasen de ser una agencia de espías a luchar contra el ciberterrorismo, cambiar las balas por teclados. A éste (y a Casey y Morgan) parece gustarle la idea, pero sucede algo que les impide dar este paso (de momento). A Morgan le llega su móvil de la época rebelde con mechas en que tenía el Intersect y en un vídeo grabado con mucha prisa descubre que, aunque no se acuerda, escondió unas gafas con el Intersect en algún sitio. Esto lleva al equipo Bartowski a embarcarse en una última misión y van a recuperar las gafas, por lo que tienen que recuperar antes la memoria de Morgan. Descubren que Morgan se acostó con Bo Derek (cosa que ni él ni Chuck se creen...¡ES BO DEREK!), pero que realmente ella es una espía, y su jefe, Nicholas Quinn (Angus Macfadyen, Braveheart, Californication), era el agente de la CIA encargado de recibir el primer Intersect antes de que Bryce Larkin lo robara y se lo mandara a Chuck. Tras fallar esta misión, Quinn fue encerrado y torturado un año, por lo que dejó la CIA y ahora es espía independiente, alguien cuyos clientes hemos conocido a lo largo de la serie, véase FULCRUM, El Anillo o Industrias Volkoff. Nos encontramos pues ante el que será el villano final de Chuck.
Tras muchos inconvenientes, la mayoría provocados por Jeff y Lester, que están empeñados en descubrir el pastel, Industrias Carmichael acaba recuperando las gafas, pero Chuck acaba siendo secuestrado por Quinn, quien escapa. En un supuesto intercambio (las gafas por Chuck), Sarah y Casey quedan atrapados y casi sin munición, y la única salida que hay es usar las gafas. Ahora Sarah es el Intersect.
Un capítulo de relleno en que destacamos el final, la historia de Bo Derek, y, sobre todo, el otro Compra Más, donde todo es igual, pero al revés. Ojalá Lester hubiera visto a su clon en mujer... habría sido un puntazo. ¿Qué pasará con Chuck? ¿Estará Sarah bien con el Intersect en el cerebro? ¿Dejará el Equipo Bartowski el espionaje? Espero que no, pero por lo menos esto se va pareciendo a un final de serie.
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