Desperate Housewives consigue la primera semana del 2012 casi 9 millones de telespectadores, buen dato aunque la audiencia apenas haya subido. Estamos frente un episodio bastante esperado ya que antes del parón navideño, nos dejó a todos los fans bastante histéricos. Las cuatro amigas más famosas de Wisteria Lane están en crisis, no se hablan las unas a las otras por omitir información entre ellas, para protegerse por el asesinato del padrastro de Gaby. No sólo eso sino que el antiguo novio de Bree está intentando meterlas en prisión porque está convencido de que fueron ellas las culpables de la desaparición, pero alguien le atropella, mientras Bree intenta suicidarse en una habitación de motel tras haber vuelto a la bebida.
Gracias a Dios, Bree no se vuela la cabeza ya que Renee la interrumpe pensando que está con Ben. Al darse cuenta, decide mudarse a casa de Bree hasta asegurarse de que sale del bache y no intenta suicidarse. Cosa que no le hace gracia a Bree porque Renee y ella no es que sean muy amigas, pero tras recapacitar, se da cuenta de que una amiga intenta por todos los medios salvarte la vida. Además, Renee no quiere que Bree se suicide porque sería revivir el suicidio de su madre.
Alguien ha acabado con la vida de Chuck de un atropello, una buena noticia para las 4 amigas, pero una nueva duda aparece ¿fue intencionado o fue un accidente?. Lo que está claro es que las chicas vuelven a unirse por eso, aunque no tienen la misma relación de antes. Gabrielle, en un principio piensa que fue Carlos porque abandonó la rehabilitación, pero pronto descubre que no fue él ya que acabó borracho en la comisaría. Lynnette no sabe qué pensar, pero agradece tener a Tom a su lado y empieza a crecer en ella la posibilidad de recuperarle.
Mike consigue convencer a Susan de que no se vaya a Nueva York, y tras la noticia ella decide quedarse, pero tras el funeral de Chuck tiene otro objetivo. Susan decide viajar, en vez de Nueva York, elige Oklahoma como punto de destino, sólo para buscar a la familia de Alejandro y asegurarse de que están bien. Por último, Lynnette y Bree deciden hacer una lista de todas las personas que saben que Carlos mató a Alejandro y que ellas le enterraron, más que nada para saber quién pudo haber atropellado a Chuck, pero no sospechan de nadie. Lógicamente alguien que conocemos lo sabe, y más cuando al mirar el correo, Bree encuentra otra carta anónima diciendo ‘De nada’.
Gran episodio de vuelta, todos los ‘desesperados’ teníamos un nudo en la garganta ante el posible suicidio de Bree, haciendo que la espera fuese larga. Ha habido momentos dramáticos a más no poder, tengo que confesar que al principio cuando Renee salva a Bree y esta se pone a llorar casi lloro yo también. Por otro lado, como siempre Gaby no nos ha fallado en ningún momento con su dosis de humor (en ocasiones) despiadado. Cada vez queda menos para el final de la serie, y con capítulos como este, va a ser bastante duro decir adiós.
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