Tras cinco años explotando la dinámica del grupo de raritos, The Big Bang Theory ha demostrado que necesita un cambio y con urgencia (O no. Total, la audiencia la va a seguir viéndo). A pesar de que sigue soltándonos alguna carcajada, poco a poco me van provocando excesivo cansancio las historias de Sheldon y compañía, siempre iguales, mientras que las del grupo de chicas (porque está menos explotado) suben como la espuma.
Esta semana nos hemos reencontrado con la némesis de Sheldon, Kripke (John Ross Bowie), los cuales se enfrentan por ocupar el despacho de Rothman, un científico que se ha tenido jubilar porque le gustaba pasearse desnudo por el campus. Como los dos son intelectuálmente iguales, Leonard decide proponerles una competición en lo que peor se les da: el deporte. Así, en un campo de baloncesto vemos (y algunos recordamos nuestra infancia) cómo Sheldon y Kripke se deshidratan mientras intentan encestar la pelota al menos una vez. Al final, son tan lamentables, que Leonard decide que gane quien vote la pelota con más fuerza y gana Sheldon. Lástima que al final su despacho le saliera rana y el pobre físico no encuentre su lugar más que en un agujero de la pared.
No obstante, la historia de las chicas le da mil vueltas a la de los chicos. Feliz por su amistad, Amy Farrah Fowler decide comprarle a Penny un regalo: un enorme y horrible cuadro de las dos que ocupa casi toda la casa de Penny de lo grande que es y en el que además Penny parece un travesti (grande, Bernardette). Aquí sale a relucir la típica dinámica de las sitcoms en la que un amigo le regala a otro algo que no le gusta y, sin comerse demasiado la cabeza, los de The Big Bang Theory han expuesto un buen y divertido ejemplo de esta narrativa. Cuando Amy descubre que cuando se va de casa Penny guarda el cuadro hasta que Amy regresa, se deprime y se enfada, entonces Penny tiene que solucionarlo como puede. Sin duda, el personaje de Amy ha sido todo un descubrimiento y prácticamente resuelve la historia con sus reacciones y sus comentarios homoeróticos: al final, Penny miente y le dice que no quiere el cuadro porque Bernardette se pone celosa... "¡que le den!", dice Amy. Total.
La temporada ya está llegando a su recta final (parece mentira cómo pasa el tiempo) y no estoy del todo contento con esta temporada de The Big Bang Theory. No es cuestión de que sea mejor o peor, sino que es un problema de aburrimiento: la serie no ha cambiado (o apenas nada) y como espectador demando algo diferente. Pero ya sabemos que no será así.
Por cierto, puntazo el regreso del Piedra-Papel-Tijeras-Lagarto-Spock.
Por cierto, puntazo el regreso del Piedra-Papel-Tijeras-Lagarto-Spock.
Estoy en desacuerdo, la trama de las chicas es algo visto. millones de veces, con un desenlace aburrido. Por otra parte (o por la misma) la trama de Sheldon ha sido igualmente horrible, pero al menos lo de la competición ha sido original
ResponderEliminarNo sé, Javi. Como he dicho, lo de las chicas se ha visto muchas veces pero esa trama me ha dejado más satisfecho que la de los chicos.
ResponderEliminarSaludetes! (y nos vemos pronto por aquí, espero)
Creo que deben de dar más prioridad a las chicas , que por ahora nos están dando los puntazos de esta temporada..
ResponderEliminarAdemás , soy la única que echa de menos los momentos de sheldon con penny y cosas asi??