Esta séptima temporada de How I Met Your Mother está teniendo grandes episodios y algunos antibajos, no me parece la mejor temporada pero tampoco es la peor y en general ha mantenido un nivel decente. Este último capítulo desgraciadamente ha sido una excepción, a pesar de los dos grandes cameos que ya llevamos viendo algunos episodios atrás Martin Short como jefe de Marshall y Chris Elliott como padre de Lilly el capítulo titulado The burning beekeeper no ha estado a la altura.
Marshall y una ya embarazadísima Lilly deciden hacer una fiesta de inauguración en su nueva casa de Long Island, temen que el padre de Lilly se la estropee ya que ahora se dedica a recolectar miel y ha llenado el sótano de abejas, pero los problemas reales no empiezan hasta que llegan todos los invitados.
Lo primero que voy a decir es que los invitados se los ha sacado a todos de la manga porque no conocemos a ninguno de los que salen y ya llevamos viendo la serie muchos años como para saber que Marshall y Lilly no tienen más amigos que los cuatro de siempre.
Ted le cuenta a sus pobres hijos los problemas y crisis que fueron surgiendo en la fiesta habitación por habitación. Así nos enteramos de que Robin tiene mucho más carácter de la cuenta, le grita a todo el mundo y le gustan las confrontaciones aunque sea con ancianas a las que no conoce.
También nos enteramos que Marshall es todo lo contrario, evita cualquier atisbo de pelea y no se atreve a hablar con su jefe para que le reduzca el horario. Lily se da cuenta de que no puede con tanta crisis seguida y se agobia cuando descubre que así exactamente será su futura maternidad.
Barney, por el contrario, tiene una preocupación bastante más banal, se va a acostar con una mujer que ha engañado con sus artimañas y se entera de que ésta cortó el miembro a su último amante. Ted está de llorón como siempre (no lo aguanto) y descubrimos que toda la vida ha sido un primo y que en instituto le hacían bulling hasta las niñas en silla de ruedas.
Parece que a los guionistas de How I Met Your Mother últimamente se les dan mejor los capítulos dramáticos que los cómicos. Esperaré con fe hasta la semana que viene esperando una mejoría, porque yo no sé vosotros, pero yo estoy deseando ya que Ted encuentre a la madre de sus hijos (si es que alguna mujer es capaz de aguantar a semejante petardo).
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