La segunda parte de la segunda temporada de The Walking Dead continúa dejándonos con mejor sabor de boca que la primera parte que pudimos ver el año pasado. Como dije desde que regresara en este mes de febrero, puestas a un lado las expectativas y dando algo más de velocidad a la ya de por sí densa historia que pretende contar, la adaptación parece haber dado un cambio radical en esta última tanda de episodios, aunque en realidad no ha cambiado tanto.
Por fin se produce el enfrentamiento que llevamos esperando desde el inicio de la serie: ya era hora de que Shane y Rick se echaran en cara todo lo que llevaban soportando desde el comienzo. En su viaje por carretera para dejar abandonado al joven que rescataron en el episodio anterior, Randall, los dos expolicías por fin tienen más que palabras en este episodio. Y funciona, gracias a Locke.
Uno de los problemas de la adaptación de The Walking Dead es que la profundidad dramática de los personajes ha tardado más de la cuenta en dejarse ver. Las capas de todos ellos no han ido cayéndose hasta que la situación no se ha vuelto más desesperada. De hecho, aún no quedan del todo claros los motivos de muchos de ellos ni de por qué toman las decisiones que toman; sin duda, la serie da pie a que el espectador se imagine cómo sería su propia reacción en una situación similar, y en base a ello, nos deja interpretar las decisiones que ejecutan los personajes. Es por eso que este enfrentamiento era tan esperado y a la par ha resultado tan confuso: nada más empezar el episodio, Rick le echa en cara a Shane todo lo que tenía que decirle y descubrimos que Shane no solo no tiene nada que negar sino que le guarda un gran respeto, casi temeroso, a su compañero. Sin duda, la reacción más esperada era que todo acabara a punta de cañón (o de cuchillo, que parece que por fin pillan lo del sonido de las armas de juego, y un guiño a una escena de una verja en el cómic), y no que dejaran todo esto claro, más o menos, sin mayores confrontaciones. Rick le dice que sabe lo de Otis y, especialmente, que sabe lo de Lori, y Shane muestra por primera vez su vergüenza. No dudo al decir que esta es la primera escena dramática que me parece de verdadera calidad de toda la serie.
Obviamente, a pesar de que en un principio las cosas estén calmadas, no quedará así y al poco tiempo acaban a puñetazo limpio, también muy necesario pero algo estúpido a ojos del espectador porque sabemos qué nos espera ver (los zombis que muestran en un flashforward). Aunque el asunto de Lori, Rick y Shane me da absolutamente igual (es una estupidez enfocarse en el triángulo amoroso en una serie con tantas posibilidades), es imprescindible para entender la perspectiva que le han querido dar a Shane como el "malo" de la serie, ya que es esa la principal razón. Es por eso que resulta aún más confusa la reacción de Rick, que poco a poco también va perdiendo la humanidad y por un momento tememos que vaya a dejar a Shane atrapado en un autobús rodeado por zombis (de hecho, estoy seguro de que va a por él porque se arrepiente en el último momento); sin duda, en The Walking Dead no hay malos, hay personajes ambiguos que a medida que pierden su humanidad ganan en maldad, y es injusto no señalar a Rick con el dedo por todas las decisiones que está tomando últimamente (ojo, y las que le quedan).
Del tema de la humanidad también se podría comentar mucho sobre el otro escenario del episodio, la granja. Allí, cuatro mujeres tienen un tira y afloja por culpa de una de ellas, Beth (la hermana catatónica de Maggie). La chica se quiere suicidar y mientras Lori, en cuanto se entera, se lo dice inmediatamente a Maggie, Andrea hace valer su posición y en un momento en la que Beth está a su cuidado le deja la oportunidad de suicidarse. A pesar de que la chica lo intenta, aunque decide al final no hacerlo, y de que Lori acaba reconociendo que Andrea tenía parte de razón, no me ha convencido del todo la reacción de este grupo de mujeres. Eso sí, por fin vemos algo más de la Andrea que todos deseamos ver (y atención a la discusión que tiene con Lori en la que ésta le echa en cara que no ayude en la casa pero sí en la vigilancia... moza, lo acabarás agradeciendo). Además, era todo un guiño al intento de suicidio de Andrea en el CDC en la primera temporada.
Aunque no me ha convencido del todo cómo se han resuelto las cosas entre Rick y Shane he de admitir que 18 Miles Out es de los mejores episodios de la temporada (y sin Daryl Dixon, ¡vaya!) y deja más o menos atado un cabo que debería haberse solucionado hace mucho tiempo y, en cuanto al desarrollo de los personajes, es un gran avance. Ya era hora.
Además, quería mencionar algo: ¿no os parece obvio que Shane va a morir (por fin) esta temporada? Y es que Frank Darabont lo quiere en L.A. Noir, una próxima serie de TNT, que protagonizará Milo Ventimiglia. Por favor, Shane, vete.
Promo S02E11. Judge, Jury, Executioner
Excelente critica, a mí también me parece que la serie está mejorando un poco. Para todos los fans de The Walkins Dead, les dejo un link donde pueden ver videos del detrás de cámaratas de los efectos especiales de esta serie como también de otras como Heroes, 24, CSI o PanAm http://crossoverficcional.wordpress.com/2012/02/09/stargate-studios-y-sus-increibles-efectos-especiales-para-series-de-television/
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