Tenía que pasar. No adelantemos acontecimientos todavía pero lo que ha sucedido en este episodio de The Walking Dead, a tan solo uno de la finale, tenía que suceder tarde o temprano y menos mal que se ha dado en un momento más que oportuno. Ya no podemos negar que la segunda parte de esta temporada está redimiendo la atrocidad de la primera y al contrario que sucedía hace unos meses, en los que sufría de aburrimiento con cada episodio, ahora cada uno es una nueva sorpresa para mí. No voy a admitir en ningún momento que esa primera parte de esta segunda temporada fuera de alguna validez, pues ni ofreció acción ni mucho menos colaboró fue base de ningún desarrollo dramático posterior. Ahora, nuestros supervivientes se han enfrentado no a una (Sophia), ni a dos (Dale) sino a tres (wait for it) muertes, además de incontables peligros, y es por fin cuando veremos cómo las dinámicas de grupo se chocan contra el instinto de supervivencia.
Por fin, uno de los arcos que han sobrevivido a toda la serie como ha sido el de la tensión entre Rick y Shane ha terminado, aunque sea a la fuerza. Ésta inevitablemente acaba (porque nunca desapareció, como insiste Rick) cuando Rick mata a Shane tras descubrir que éste en realidad quería matarlo para reclamar a Lori, Carl y el bebé de ambos. Mucha culpa, sin quererlo, la tiene Lori y es que la insoportable mujer que hace tan solo dos semanas quería acabar con Shane ahora le pide perdón y le reconoce todo lo que ha hecho por ellos así como que admite no saber quién es el padre de su hijo. Sin duda, esto forma parte de una estrategia de última hora para limpiar la imagen de Shane y que el final del episodio nos resulte más desprevenido: Shane es el que ha sufrido en estas relaciones, él es el que está atento de Carl (no como Rick, que toma sus decisiones como el juez más severo) e incluso parece querer liberar al prisionero.
Pero Shane debía morir, necesitaba desaparecer para que la serie avanzase y eso es precisamente lo que ha sucedido. Hasta ahora su personaje ha sido más que necesario: insoportable, rudo, egoista, violento e incomprendido, Shane representaba una postura frente al Apocalipsis al mismo tiempo que un estilo de liderazgo en un grupo; estaba diseñado para caer mal y ha cumplido su papel a la perfección. No obstante, su muerte no es ninguna sorpresa, y es que Jon Bernthal fichó hace dos semanas por una nueva serie de Darabont, L.A. Noir, y era de esperar que su personaje aquí cobrara su finiquito pronto.
Me ha dejado más que sorprendido cómo han ignorado totalmente la muerte de Dale, salvo (menos mal) Andrea y Glenn. Ya me fastidia que no haya cumplido su destino como hizo en el cómic pero al menos esperaba una despedida más multitudinaria que la de su amiga (en la caravana me viene a la mente la escena del 2x01 y lo mucho que ha cambiado la chica) y su alumno arreglando su cochambrosa caravana (escena muy emotiva, todo hay que decirlo). De hecho, se le prestó más atención a la innecesaria Sophia que a uno de los personajes clave de la serie, el líder de los ideales de la razón. Punto negativo en este aspecto aunque hay que reconocer que la escena inicial de los chicos rudos del grupo (Andrea, Daryl, Shane y T-Dog) desahogándose con los zombis con el discurso de Rick de fondo fue espeluznante.
Tampoco hay que perderse el dato que nos arroja el episodio, aunque ya nos lo avanzaban hace dos: cualquiera que muera en este mundo se convierte en zombi. Por supuesto, para buscarle algún sentido solo cabe hacer suposiciones pero quedémonos con el hecho de que cualquiera que muera sin haber sido mordido, como Randall (al que mata Shane) despertará convertido en un caminante. De hecho, el renacer de Shane nos muestra ese proceso: mientras Andrew Lincoln por fin ha demuestra su potencial dramático al mostrar a un Rick al borde de la locura por lo que acaba de hacer, matar a su amigo, Shane regresa de la muerte por unos segundos antes de que un desquiciado Carl le remate con el arma de Daryl. No le perdamos la pista a la horda de no muertos que acuden a la llamada de la sangre, porque será la escena que abrirá la season finale la semana que viene.
Solo queda un episodio para acabar la temporada y nuestros supervivientes todavía tienen que enfrentarse a varias cosas: la horda zombi, la muerte de Shane y el grupo de humanos que se encuentra a cinco kilómetros de la granja (según dijo Randall). ¿Habrá cliffhanger? ¿cambiaremos de escenario? ¿Cómo se tomará el resto del grupo la muerte de Shane? ¿habrá algún otra víctima?
Hasta la semana que viene, caminantes.
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Excelente amigos!!!! :D
ResponderEliminarYa he leído en varios blogs la opinión de que todo él que muere se convierte en zombi. Pero se os olvida la muerte del gordo en el bar, del grupo de randall , rick le pega un tiro en él pecho y no se convierte en zombi
ResponderEliminarAnónimo, no sabemos cuánto tardan en transformarse los zombis. Algunos lo hacen antes que otros y Rick, Glenn y Hershel solo estuvieron un rato encerrados en el bar con esos muertos.
ResponderEliminarVale!! A ver, ¿A nadie se le ha ocurrido que Shane se convierte en zombie porque Rick lo mata con el mismo cuchillo con el que en episodios anteriores mata a los zombis a traves de la valla? POdría ser, aunque mola mas la otra idea jejeje
ResponderEliminarAmi me gusto mas la muerte de shane en el comic
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