Me estreno en esta sección del blog hablando sobre uno de mis personajes favoritos en la historia de la televisión: Fox Mulder. Todo el mundo habrá oído hablar de Mulder, el famoso agente del FBI obsesionado con las abducciones y los extraterrestres en The X-Files (Expediente X), pero salvo que hayas visto la serie, es imposible saber el porqué de dicha obsesión.
Mulder (odia que le llamen por su
nombre de pila), nació en el seno de una familia normal, siendo su padre (sin
que él lo supiera hasta bastante avanzada la serie) miembro del Sindicato,
grupo que le traerá de cabeza durante su vida como agente de los Expediente X.
Una noche cuando tenía doce años, Fox presenció la abducción de su hermana
Samantha, con quien estaba realmente unido, suceso que le marcará de por vida y
que le llevará a dedicarse en cuerpo y alma a su búsqueda.
A pesar de su habilidad para los
estudios y su buena memoria (estudió psicología en Oxford), entra en el FBI con
el fin de investigar la desaparición de su hermana. Antes de estar destinado en
los Expediente X, participaba haciendo perfiles psicológicos de asesinos en
serie que le reportaron gran mérito entre sus compañeros, pero al centrarse en
los sucesos paranormales (que nadie más tomaba en serio), empezó a ser
repudiado y apodado Siniestro.
Durante la serie descubrimos que
Mulder le tiene un miedo extremo al fuego, así como también denota cierto asco
hacia los insectos. La pornografía, por otro lado, es uno de sus mayores
intereses. Se relaciona con “Los Pistoleros Solitarios”, un grupo de hackers
que editan una revista de sucesos paranormales y que ayudarán a Mulder en
alguno de sus casos.
Hasta la aparición de Dana Scully
y avanzada la primera temporada (e incluso algo más), podemos decir que Fox
Mulder va por libre. Es una persona que desconfía totalmente de todo y de todos
y que nunca ha sabido jugar en equipo. En ese aspecto, digamos que Scully lo
“humaniza” y es que la relación que van formando a lo largo de la serie (la
mejor TSNR de la historia), cambiará a ambos personajes, convirtiendo a Mulder
un ser más cariñoso, aprendiendo a preocuparse de los demás, y sobre todo, de
Scully.
Además de Scully, sólo se conocen
dos mujeres más con las que haya tenido una relación a lo largo de su vida:
Diana Fowley y la inspectora Phoebe Green.
A lo largo de las nueve
temporadas que componen la serie, podemos decir que la evolución del personaje
es notable. Aparte de la innegable influencia de Dana en él, podemos ver cómo
Mulder va cambiando según va descubriendo las tramas que inundan la serie. De
este modo, podemos ver cómo deja atrás (después de seis temporadas) y acepta la
desaparición y muerte de su hermana, cómo descubre que El Fumador (otro
entrañable personaje) es su verdadero padre y, finalmente, cómo lleva el
embarazo de Scully, con emoción y alegría, a pesar de tener que darlo en
adopción debido al inminente peligro que corría la criatura (hecho que ninguno
de los dos podrá olvidar jamás). Así
mismo, la abducción de Mulder y los posteriores experimentos que realizaron en
él (¡incluso le resucitaron!), dejaron mella en un personaje como este, que
huye de todos para poder proteger a su hijo.
En la última temporada, Mulder es
encarcelado, para finalmente ser liberado por sus antiguos jefes y Scully, y
ambos escapan. En las últimas escenas se puede ver a Mulder y Scully recostados
en el mismo motel en el que se alojaron en el primer capítulo de la temporada,
diez años atrás.
En definitiva, un personaje que
lo tiene todo y al que es imposible no cogerle cariño (su escasa aparición en
las dos últimas temporadas era notable). Por otro lado, los diálogos de Fox
Mulder son geniales. Sin perder nunca un ápice de ironía y sarcasmo, no puede
evitar hacer bromas sobre la escepticismo de Scully (sobre todo en las primeras
temporadas). Os dejo a continuación algunas
de ellas:
¿En qué líos se ha metido para que la envíen aquí, Scully?
¿Crees en la existencia de los extraterrestres?
Yo no miento jamás, participo voluntariamente en una campaña de desinformación.
Tienes que confiar en mí, Scully, sé cosas que es mejor que no sepas.
Por mucho que intenten enterrarla, la verdad seguirá ahí, por encima de sus mentiras; la verdad lucha por imponerse, pronto la conocerán, les será revelada como me fue revelada a mí, más deprisa que la velocidad de la luz. Pensaban librarse de mí cortando por lo sano, ¿no? Y puede que lo hagan, pero para ello tendrán que cortarme la cabeza.
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