Para lo único que ha servido el
parón de Gossip Girl ha sido para
darnos un respiro y ponernos al día con el resto de series que teníamos a
medias o con ganas de empezar. Su vuelta esta semana ha sido, cuanto menos,
esperada, y el flojo argumento que ha decidido
seguir mareando la perdiz una vez más con los mismos temas no ayuda a que la ya
veterana serie de la CW se afiance como renovada ni mucho menos. Cierto es
que la situación de la cadena es bastante mediocre y aunque sea sólo por
antigüedad es de los programas que menos peligro corren al tener ya una amplia
trayectoria, pero un producto malo, aunque estable, sigue siendo malo, y o le
dan un buen empujón hacia alguna dirección concreta o me parece a mí que la única dirección posible de la serie es
cuesta abajo.
En esta semana hemos visto la parte física de la nueva relación de Blair
y Dan, primero mediocre y luego intensa (aunque el alcohol ha hecho mucho…
a saber). La pareja vive ajena al mundo, a lo suyo y sin involucrarse en nada.
Pues muy bien oye, como diría una amiga:
bebed hijos míos.
Mientras este par vive su vida, el resto de los Humphrey/Van der Woodsen
trata de recuperar la suya de manos de Ivy, quien pese a contar ahora con
todo el dinero que siempre quiso, es ignorada por las altas esferas. Si es que
no se puede… Sin embargo, William, que está siendo chantajeado hasta el extremo
por Carol, y tratando de, a la vez, ayudar a su familia, intenta exponerla
haciendo algo ilegal para que el testamento de Cece se ponga en duda, cosa que,
pese a que Serena y su nuevo juguete (no entiendo por qué se pasan el portátil
para ser Gossip Girl. ¿Esta gente no sabe que los correos están en la red? Vaya
ganas de cargar…) casi estropean, gracias
a Lola y su perspectiva de tener familia consiguen llevar adelante. ¿Acabará esta pesadilla de la estafadora?
Ajeno también a todo lo que
ocurre en el Upper East Side, Chuck se
reúne con su tío Jack, a quien, en agradecimiento por salvarle la vida
donándole su sangre, va a abrir un ala en el hospital a su nombre. Pero
Chuck descubre que la sangre de Jack es incompatible, ya que éste tiene Hepatitis,
con lo que él no fue el donante, sino Elisabeth, quien, aunque acabó
negándolo, sí es la verdadera madre de Chuck. Y vuelta a empezar, busquemos
de nuevo a la madre biológica, que no lo habíamos visto antes…¿a que no?
Lo único destacable (aparte de Dorota contando su vida sexual y la referencia de Dan a Don Draper) es que, mientras Serena pasa el rato usando su nueva identidad como Gossip Girl, alguien le abre una conversación en el blog reclamando sus derechos. La verdadera blogger quiere su página de vuelta. Por fin. ¿Conseguirá Gossip Girl retomar su imperio? Espero, o esto puede llegar a aburrir a las ovejas.
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deberia denunciar a gossip girl por sus escenas alcoholicas cuando claramente son un referente a mi persona!xD
ResponderEliminarB.davis