Tras verdaderos problemas por encontrar su hueco en la parrilla de la NBC, Awake por fin se estrenaba el pasado 1 de marzo con enormes expectativas puestas en ella. El drama psicológico del creador de la fallida aunque aclamada Lone Star, Kyle Killen, que fue reescrita en mitad de su producción para darle un tono más procedimental, prometía ofrecernos una historia cautivadora y llena de detalles y hasta el momento, a la altura del episodio número siete de la que con casi total seguridad será su única temporada, está cumpliendo más que de sobra. No obstante, la audiencia no está respondiendo bien a esta historia donde los detalles de la trama serializada al final se han acabado interponiendo a la procedimental, y la intencionada confusión que trata de trasmitir a través de los sucesos que vive su protagonista no ha sido precisamente de ayuda para que la audiencia conecte con el producto. Una pena, sin duda, porque lo que en un principio parecía una historia tal vez demasiado complicada para la televisión en abierto se ha transformado en una serie con una profundidad dramática muy agradecida.
Lo que nos cuenta Awake esla historia del detective de policía Michael Britten (Jason Isaacs, Case Histories), el cual regresa a su puesto de trabajo tras un grave accidente de coche en el que pierden la vida su mujer Hannah (Laura Allen, Terriers) y su joven hijo Rex (Dylan Minnette, Saving Grace), aunque cada uno en una "realidad" (todavía no le podemos poner nombre) distinta: después del accidente, cada vez que duerme y vuelve a despertarse a la mañana siguiente la realidad en la que Britten vive cambia totalmente; en una, fue su mujer y no su hijo quien murió en el accidente, mientras que en la otra fue al revés. Ambas realidades, cada una representada con un color distinto (una roja, otra verde), muestra ciertos detalles de la vida de Britten que son distintos. En la verde es la mujer la que fallece, y Britten tendrá que solucionar el distanciamiento de su hijo, cada vez más apegado a su entrenadora de tenis, Tara (Michaela McManus, One Tree Hill), mientras resuelve casos con su compañero en el cuerpo de policía Isaiah Freeman (Steve Harris, The Practice). En la roja, Hannah sobrevive pero su pena es inmensa y el matrimonio de los Britten comienza a desintegrarse, mientras que el compañero de Michael es Efrem Vega (Wilmer Valderrama, That ’70s Show), que en la otra realidad era tan solo un policía más. Además, en cada una de las realidades Britten visita a un psiquiatra que trata de ayudarle a superar la pérdida: la doctora Judith Evans (Cherry Jones, 24) en la verde y el doctor John Lee (BD Wong, Law & Order: SVU) en la roja.
Lo que nos cuenta Awake esla historia del detective de policía Michael Britten (Jason Isaacs, Case Histories), el cual regresa a su puesto de trabajo tras un grave accidente de coche en el que pierden la vida su mujer Hannah (Laura Allen, Terriers) y su joven hijo Rex (Dylan Minnette, Saving Grace), aunque cada uno en una "realidad" (todavía no le podemos poner nombre) distinta: después del accidente, cada vez que duerme y vuelve a despertarse a la mañana siguiente la realidad en la que Britten vive cambia totalmente; en una, fue su mujer y no su hijo quien murió en el accidente, mientras que en la otra fue al revés. Ambas realidades, cada una representada con un color distinto (una roja, otra verde), muestra ciertos detalles de la vida de Britten que son distintos. En la verde es la mujer la que fallece, y Britten tendrá que solucionar el distanciamiento de su hijo, cada vez más apegado a su entrenadora de tenis, Tara (Michaela McManus, One Tree Hill), mientras resuelve casos con su compañero en el cuerpo de policía Isaiah Freeman (Steve Harris, The Practice). En la roja, Hannah sobrevive pero su pena es inmensa y el matrimonio de los Britten comienza a desintegrarse, mientras que el compañero de Michael es Efrem Vega (Wilmer Valderrama, That ’70s Show), que en la otra realidad era tan solo un policía más. Además, en cada una de las realidades Britten visita a un psiquiatra que trata de ayudarle a superar la pérdida: la doctora Judith Evans (Cherry Jones, 24) en la verde y el doctor John Lee (BD Wong, Law & Order: SVU) en la roja.
¡Spoiler Alert! Desde aquí puedes encontrarte spoilers hasta el episodio 1x07
Sin duda, lo que en un principio parecía un simple recurso para dar juego a la parte procedimental (el estar en ambas realidades le daba a Britten un conocimiento adicional), se ha acabado convirtiendo en una historia con multitud de matices. El inteligente juego con la fotografía, con unos tonos que nos señalan en qué realidad nos encontramos, es tan solo la punta del iceberg de una historia en la que la premisa de las dos realidades se queda corta. Llega un momento en el que el espectador, al igual que Britten, no sabe en qué es real y qué es falso, y los acontecimientos retratados a lo largo de los episodios nos sacan rápidamente de la pesadez inicial para introducirnos en una disyuntiva mucho más interesante. ¿Existen dos realidades? ¿está Britten soñando o sufre algún trastorno mental (recordemos el pingüino)? ¿hay alguna conspiración detrás de esta situación como se comienza a sospechar? y si es así, ¿por qué van contra él o cómo han conseguido los villanos, si los hay, que ocurra esto? O mejor, ¿será que tienen razón los psiquiatras, que ha creado todas estas ideas en su cabeza (o las está soñando) para dar una explicación a su terrible situación personal? Nada es lo que parece, y hacía mucho tiempo que no encontraba una serie que practicara con tanta maestría a este juego.
Si aún no habéis empezado con ella, es buena oportunidad para que lo hagáis. Que no os eche para atrás su posible cancelación, pues merece la pena. A pesar de que sigue teniendo innumerables fallos, la estructura que se ha desarrollado a estas alturas es un aliciente más que suficiente para valorarla favorablemente. Tan solo esperemos que acaben la temporada respondiendo a nuestras preguntas. Por favor.
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