Es completamente lógico que cuando un producto funciona pretenda alargarse su éxito el mayor tiempo posible, y si además en este tiempo no hay que realizar apenas cambios o modificaciones en él, la jugada no podría resultar más positiva. Son pocas las series de televisión que pueden mantenerse a este nivel mientras que la mayoría no para de incluir giros de guión radicales, nuevos personajes para animar el asunto y arcos cada vez más arriesgados, todo ello con el fin de dotar a la historia de una nueva dimensión que mantenga a los espectadores pegados a la pantalla.
Pero Modern Family no es una serie normal. Es un auténtico bombazo; es de las series más vistas en Estados Unidos y de las más premiadas en las entregas de galardones televisivos. Y lo mejor: no ha tenido que cambiar, o al menos no mucho, en las tres temporadas que lleva de recorrido. De hecho, la tercera temporada no ha ofrecido nada nuevo que no hayamos visto o no hayamos esperado, los personajes principales apenas han sufrido cambios y la serie ha conseguido mantener el nivel de siempre, sin apenas esforzarse. Phil (Ty Burrell) sigue siendo igual de payaso mientras su mujer, Claire (Julie Bowen), todavía vive con el ceño fruncido; sus hijos Haley (Sarah Hyland), Alex (Ariel Winter) y Luke (Nolan Gould) han crecido un poco pero no han cambiado nada; Gloria (Sofia Vergara) sigue viviendo a voz en grito y su hijo Manny (Rico Rodriguez) todavía es ese niño con modales de duque; Jay (Ed O'Neill) todavía tiene que acostumbrarse a vivir con su nueva pareja mientras mantiene su enorme nivel de vida; su hijo, Mitch (Jesse Tyler Ferguson) y el marido de éste, Cam (Eric Stonestreet) siguen siendo una pareja divertidísima que nunca se ponen de acuerdo. De hecho, lo único que ha cambiado notoriamente en esta temporada ha sido Lily, la hija de Mitch y Cam, que fue sustituida por otra actriz (Aubrey Anderson-Emmons) y ha ganado más protagonismo.
Si bien es cierto que ciertas tramas han cambiado, como la de Gloria tratando de adaptarse a su nueva familia —tras tres temporadas creo que ya está lo suficientemente adaptada—, el resto de historias se han mantenido prácticamente iguales al mismo tiempo que han surgido unas nuevas, como la de Mitch y Cam decididos a adoptar a otro niño —aunque en realidad apenas han tocado este tema— o sus problemas con la pequeña Lily; la trama de Claire intentando formar parte del Gobierno local, sin resultados; o la de Haley y su confuso futuro. No obstante, estas historias se mantienen dentro de la evolución natural de los personajes y no hay grandes cambios en ellos. Jay sigue encontrando diferencias con su nuevo hijo, Manny; Cam y Mitch siguen teniendo sus absurdas competiciones; Haley y Alex siguen siendo igual de distintas; sus padres, etc. Pero lo mejor de todo es que, a pesar de que no ha habido grandes cambios en la serie ni se notan grandes esfuerzos por parte de los guionistas para sorprendernos, Modern Family ha mantenido su estupendo nivel y nos ha seguido sacando una —y muchas— sonrisa.
La cuarta temporada de Modern Family regresará a televisión este otoño y volverá, con toda seguridad, a hacernos reir y llorar —de risa—, y apuesto a que volverán a hacerlo sin mucho esfuerzo. ¿Qué os ha parecido esta temporada? ¿hay algo que hubiérais cambiado? ¿qué os ha parecido lo más divertido?
Añadir que he cometido el error de creer que la temporada ya había acabado, pero queda todavía un episodio. De todas formas, creo que a pesar de lo que veamos en él lo que he escrito vale para toda la temporada :)
ResponderEliminar¿no es un alivio tener una serie que no necesita de muertes, bodas, embarazos, triángulos amorosos o tensiones sentimentales/sexuales para avanzar?
ResponderEliminarSimplemente 20 mints de humor y risas (y encima manteniendo un gran nivel de guión) ya podían aprender el resto de las series
Muy de acuerdo con tu comentario, Covabennet
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