The primetime of your life. Now. Live it. The primetime of your life.
Probablemente no sea la mejor canción de Daft Punk (la auto-competencia es muy feroz), pero sí la que más solidifica la relación entre la televisión y la música que pretende imprimir este post. Y es que, por mucho que en el lejano Winterfell nos quieran convencer de lo contrario, se acerca el verano y, con él, los macrofestivales de música.
Sí, debido a la privilegiada situación geográfica de California, catalizador de su ideal tiempo (ejem, terremotos, ejem), ellos empezaron la fiesta mucho antes con Coachella, pero sabemos de sobra que simplemente se trata de una camuflada alfombra roja, pues me niego a concebir cualquier tipo de relación de gustos entre individuos como Vanessa Hudgens y grupazos de la talla de Radiohead o The Black Keys, cabezas de cartel.
Los que no vamos a lucir palmito, sino a disfrutar de la música, empezamos nuestra carrera ahora.
El San Miguel Primavera Sound abre sus puertas en Barcelona el miércoles 30 de mayo, para luego trasladarse a Oporto. Le seguirán otros grandes eventos en la península tan populares como el Sónar o el Festival Internacional de Benicássim.
Y mientras los decibelios se propagan por Europa, hagamos un tour alternativo por América. Desde Boston, pasando por puebluchos de mala muerte de la misma Costa Este, y llegando a las playas del oceáno Pacífico, recordemos algunos shows que han incluido las mejores actuaciones musicales en vivo de la televisión.
Antes que Death Cab for Cutie* se convirtiera en el grupo hipster del momento por la ruptura matrimonial entre Zooey Deschanel y el líder de la banda, Ben Gibbard, fue el grupo hipster del momento por la alianza matrimonial entre éstos, y antes de eso fue el grupo hipster del momento por ser el conjunto favorito del ficticio personaje de Seth Cohen en The OC, y antes de eso fue el grupo hipster del momento por crear uno de los mejores discos de la década del 2000, Transatlanticism. Así que iría siendo hora de que se la dejara de considerar banda hipster del momento.
Participaron en un episodio de la serie de la FOX cuando ésta aún era popular y por la cual también pasaron bandas como The Killers, Modest Mouse o The Walkmen.*
Se han discutido muchas cosas sobre esta serie, pero jamás será aceptable una mera crítica a la magnífica música que adornaba cada episodio y a la que se le brindó especial honor en la segunda temporada, con la aparición regular del pub regentado por el personaje interpretado por Olivia Wilde, donde tocaron todas estas bandas. Esta serie me salvó de las garras de la droga más dura entre los adolescentes de los tempranos años del 2000: los cedés de Operación Triunfo.
Un poco más al norte, concretamente en San Francisco, otro lugar de encuentro de los protagonistas de la serie se convirtió en una excusa para actuaciones en directo de grandes músicos como The Cranberries o The Flaming Lips. Aunque la música nunca formó una parte importante de las Embrujadas (Charmed), siempre fue de agradecer unos segunditos de directo de los mejores éxitos de los noventa antes de que los acordes pasaran a segundo plano para dejar paso a las paridas de las tres hermanas y sus novios-monstruos.
La costa este siempre ha tenido un gusto más sombrío, más sobrio, por la música. Antes de que Diana Krall se instaurara como la reina indiscutible del jazz actual, Vonda Sheppard aún tenía de qué vivir. Concretamente en Boston, ciudad de abogados ricachones pero amargados que necesitan desconectar de sus trabajos mata-conciencias. Aunque la fiesta y los momentos surrealistas no eran algo extraño en el bufete Cage/Fish, Richard, John, Elaine y compañía, compañeros de trabajo de Ally Mcbeal, siempre acababan la jornada en el club de la esquina. Sus bailes y sus conversaciones a los pies del piano de la artista, incluso las esporádicas actuaciones de Reneé, compañera de piso de Ally, siempre serán recordadas, tanto que la misma Vonda Sheppard aparecía en los títulos de cabecera como una miembro más del cast.
Coincidiendo con el año en que James Van der Beek vuelve a la televisión, Joshua Jackson permanece , in extremis, un año más en ella, Michelle Williams recibe una nueva nominación al Oscar, y Katie Holmes sigue creyendo en la Cienciología, es momento de mención de Dawson's Creek, serie cuya localización se sitúa en el sur de la costa este y que también tuvo algún que otro momento musical. Concretamente recuerdo uno en que algunos de los personajes acuden a un concierto de No Doubt, algo muy vintage hoy día. Aún así, la relevancia en la vida de los personajes, que yo recuerde, era más bien nula.
Y finalizando el tour americano, sin movernos de la costa este, llegamos a Tree Hill, donde el Tric, probablemente el único lugar de ocio en esa aburrida aldea que decidí abandonar allá por la cuarta temporada, ha acogido a otra gran cantidad de bandas de relevancia. Si de algo le sirvió el abandono familiar a Peyton Sawyer, fue para limar su interesante gusto musical. Con más rock alternativo americano que el indie suave que sonaba en la mansión de los Cohen, la serie de la CW nos dejó ver directos de Fall Out Boy, Jimmy Eat World o del mismo Gavin DeGraw, que firmaba el tema de la cabecera.
Muchos más conciertos han empapado las series, sin duda, pero, en este caso, la simplificación es requerida. No lo es, ni mucho menos, nuestra participación, siempre que las circunstancias y la apretada agenda seriéfila nos lo permitan, en el máximo número de actuaciones en vivo este verano y todos los meses que le siguen. Una gran forma de vivir nuestro personal primetime.
(*) Tanto Death Cab for Cutie como The Walkmen actuarán en el San Miguel Primavera Sound de Barcelona. The Walkmen lo hará de forma gratuita.
Tremenda entrada. Me morí con lo de "sta serie me salvó de las garras de la droga más dura entre los adolescentes de los tempranos años del 2000: los cedés de Operación Triunfo."
ResponderEliminarTambién me parece curioso cómo la tendencia de llevar a grupos conocidos de música a las series ha desaparecido tan rápidamente. En la época de entre siglos casi todas las series adolescentes (y las no tan adolescentes) tenían un bareto al que llevaban a estos grupos. Qué tiempos.
Bueno, parece que ahora tiramos más por la banda sonora original. Aunque Giachinno no tiene cabida en todas las series. Creo incesantemente que Lena Dunham debería replantearse el salir un poquito de casa y frecuentar baretos neoyorquinos.
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