Siguiendo la estela de estrenos de la temporada otoñal británica —que este año está particularmente cargada de series— este domingo se estrenaba en la británica Sky1, curiosamente un día antes de que hiciera lo propio Black Mirror en Cuatro, la nueva creación de Charlie Brooker (y de Daniel Maier): A Touch of Cloth. Como buena serie británica, poco supimos de ella hasta poco antes de su debut a pesar de venir firmada por su revolucionario creador, pero su escasa promoción —repetimos, es una serie británica— ya llamaba a la mofa y a la confusión: su tráiler (aquí) apuntaba a un procedimental policíaco más así que, ¿cómo se iba a tratar de una parodia de las series de policías como anunciaba su texto promocional?
Evidentemente, ahí está la gracia: no es hasta que le damos al play cuando descubrimos que lo que nos ofrece A Touch of Cloth no es ni una serie de policías ni una parodia de ellas, sino una cuidada mezcla de ambos conceptos que, sorprendentemente, tiene más coherencia de la que prometía . Sin duda, la influencia de aquellos productos de comedia absurda como las sagas de Loca Academia de Policía, ¡Aterriza como puedas! o Hot Shots! es enorme, e incluso algunos gags parecen reverenciar a esos pilares del género; no obstante, A Touch of Cloth mantiene un constante apego al humor y a la narrativa británica. Vaya mezcla.
Lo que nos cuenta A Touch of Cloth es el perfecto arquetipo del drama policíaco moderno: Jack Cloth (John Hannah, recientemente visto en Damages) es un detective cuya esposa recientemente ha fallecido hundiéndole en la miseria. En su regreso al cuerpo de policía tiene que encarar dos grandes problemas: la introducción de su nueva compañera Anne Oldman (Suranne Jones,Scott & Bailey), una detective con una vida privada muy complicada, y un truculento caso de un asesino en serie que tiene atemorizado a toda la ciudad. Dos policías que tienen que compaginar sus vidas profesionales con sus vicisitudes personales mientras se enfrentan a un sangriento lunático, ¿dónde hemos visto esto antes? En muchas series, pero de esta manera jamás.
Ahora bien, ¿estamos ante una inteligente obra televisiva o ante una pretenciosa parodia? La respuesta, obviamente, no es sencilla. Esta versión contemporánea de esas sórdidas comedias ochenteras cumple también con sus mismos defectos, y no para de bombardear al espectador con gags absurdos con tanta intensidad que tarde o temprano acabarán por provocarte una carcajada. La mayoría de ellos son inteligentes —empezando desde su propio opening o las secuencias de persecución—, otros exagerados —el padre que se lo monta con su hija muerta— y otros que se pasan de listos —el running gag de "tienes que ver esto"—. Todo tiene doble sentido, todo es motivo de mofa, y a partir de ahora puede que veas las series de policías con otros ojos. En tan solo dos episodios a A Touch of Cloth le ha dado tiempo más que de sobra para darle la vuelta al género policíaco y a destrozar recursos tan airosos como las persecuciones, los interrogatorios, las escenas del crímen y hasta las TSNR. Todo. E incluso es capaz de crear la burla definitiva mientras juega en su propio terreno a lo mismo que las series a las que vapulea.
Pero A Touch of Cloth es también exagerada e incluso tan intensa que acaba por forzar una desconexión total de lo que está contando, si es que lo estuviera haciendo en algún momento. En definitiva, es una disparatada secuencia de bromas que te hagan reir o no, se alejan y mucho de la brillante inteligencia con la que nos obsequió Brooker con su Black Mirror. Porque aunque A Touch of Cloth podría ser considerada como inteligente, al menos como idea, su ejecución se aleja con creces de ese concepto.
A Touch of Cloth tiene previsto regresar de nuevo este año con otro caso en dos partes, y por tercera vez el año que viene, en un caso en el que también estará presente la conocida Karen Gillan (Doctor Who). Sin duda, muy recomendable.
De obra televisiva a pretenciosa parodia hay muchos grises y es ahí donde se queda esta serie. Tiene momentos divertidos pero tanta parodia termina aburriendome y, ya que el caso policiaco no es importante y el humor no siempre funciona, no sé si voy a ver algo más allá del primer capítulo. Aunque yo personalmente no aguanto el humor paródico, que me suele parecer muy facilón y previsible. Creo que funcionaría mucho mejor como seria de veinte minutos o media hora
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