El quinto episodio de la presente temporada de Breaking Bad nos regala no solo un avance en la historia de Heisenberg y sus allegados, sino una brillante escena de acción con un toque western que hará las delicias de todos aquellos que pedían a gritos algo de movimiento en la serie de AMC. Aunque, como veremos, parece que no todo el mundo esté contento con ello, a mí solo me queda esperar una semana más para que el placer siga fluyendo, como la droga azul.
El golpe
Aunque parezca mentira, esta temporada de Breaking Bad está recibiendo bastante críticas al otro lado del charco. Quizás la que mayor ruido haya provocado haya sido la de Vulture, que entre otras cosas tilda de irreal la magnífica escena del golpe al tren que orquestan nuestros criminales favoritos.
Después de descubrir que alguien ha colocado rastreadores en los barriles de metilamina que posee Madrigal, y el sabio de Mike cree en un principio que los ha puesto su asustado contacto, Lydia, para librarse de ellos cuanto antes. Después de que Walter haga una "inocente" visita a Hank —ahora como jefazo de la DEA— para matar dos pájaros de un tiro, es decir, poner micrófonos en su despacho y quedar como un santo ante su cuñado, los tres herederos de Gus secuestran a la señora de Madrigal y hacen que llame a Hank para arrojar la sospecha de los rastreadores que, sorprendentemente, descubren que sí los había plantado la DEA.
Sin la posibilidad de disponer de los barriles de Madrigal, Lydia les propone un plan mucho más complicado y que en resumidas cuentas supone robar el contenido de un tren en funcionamiento. Después de comerse mucho la cabeza es —por segunda vez, sorprendentemente— Jesse quien aporta la solución: parar el tren de una forma poco sospechosa y aprovechar para sustituir la metilamina por una determinada cantidad de agua a través de unos bidones enterrados bajo tierra previamente y con la ayuda de unos tubos. Lo importante: no dejar testigos.
No voy a negar que pueda resultar bastante inverosímil la resolución del conflicto, aunque sí que parece factible a pesar de lo complicado que parece, pero me gustaría recordar a esos críticos —que parecen ser siempre estadounidenses— que cuando interviene una solución científica/mecánica en Breaking Bad siempre se aleja del realismo que siempre se defiende en la serie. No obstante, es lógico que al ser el mayor recurso de este estilo que se ha utilizado en la serie y que al abarcar una escena tan completa y repleta de tensión, pueda chocar con lo previamente establecido, aunque en realidad no sea así. Sin duda, si hay algo que me resulta inverosímil es que sea Jesse el que proponga todas las ideas.
Sin embargo, a pesar de la escena del tren, más propia de un western que de una serie actual, más increíble es el final del episodio. ¿Nos preguntábamos quién era el niño de la moto que aparecía en el cold opening? Al final lo descubrimos, ya que se convierte en ese testigo que nadie buscaba y al que Todd pone una bala entre ceja y ceja, como había prometido previamente. Toma jarro de agua fría. Si ya decíamos que el actor de Friday Night Lights iba a dar mucho juego.
Teniendo en cuenta el peso que tienen la muerte de los inocentes en esta serie, ¿qué repercusiones tendrá?
En casa
Dead Freight no deja mucho tiempo a las tramas secundarias, pero la sombra de Walter coquetea directa o indirectamente con los suyos dejando claro que aún tiene mucho que mostrarnos. Desde su desgarrada pose ante su cuñado Hank, quedando como el amantísimo aunque vulnerable patriarca —que no sabemos cuánto se aleja de la conciencia que tiene Walter de su propia situación—, hasta la conversación que tienen los inseguros Schrader sobre la situación de los hijos de los White, que el pobre Junior tiene que escuchar, se nota que los conflictos familiares siguen siendo la clave del personaje de Walter. Al fin y al cabo, si no es capaz de ser el líder de su familia, ¿cómo podrá ser el amo del mundo?
No obstante, de nuevo es en la residencia de los White donde ocurren las principales tensiones, primero entre los padres y Junior cuando éste regresa a casa sin entender por qué le han echado, y de nuevo el enfrentamiento entre Skyler y Walt que vuelve a descolocarnos por el giro que ha pegado su relación de una semana para otra. De nuevo, Skyler se ha puesto a maquinar una salida y su nueva estrategia consiste en agradar a su marido, de la forma que sea, con tal de que sus hijos permanezcan alejados. Poco convincente, pero comprensible. Y no creo que le funcione.
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¿Qué ocurrirá a partir de ahora? Ya tienen todo lo que necesitan para preparar la droga y en principio la muerte del chico no tendría que complicarles la vida, pero la promo del próximo episodio parece que apunta a que ésto forzará a que Mike se salga del negocio —lo que es un peligro para Walter y Jesse— y a que Jesse comience a tener dudas.
Y no nos olvidemos de Marie, que parece intentar sacarle la verdad a Skyler. ¿Lo conseguirá?
Siempre habra gente que le busque la quinta pata al gato, y de eso no hay dudas. ¿Que escapa del realismo de la serie? Muchas escenas más memorables de Breaking Bad escapan de alguna manera del "realismo" de la serie, el enfrentamiento de Hank con los dos gemelos en el estacionamiento, la mayoria del capitulo Half Measure, y como el más grande el final de la cuarta temporada.
ResponderEliminarEl realismo de la serie real, valga la redundancia, es el hecho de que hasta las escenas mas ficcionales de la misma, tienen una coherencia narrativa, que las hacen totalmente plausibles para el espectador, a pesar de su espectacularidad. Pero como ya dije, esta de moda ir contra la corriente sin fundamentos.
Muy acertado lo que dices. Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarBueno a mi el final de la cuarta tipo terminator me sacó un poco de sitio, y el comienzo de esta con la historieta del imán también. Para mi son algunas de las fallas de una serie excelente.
ResponderEliminarLo del camión me ha parecido una escena electrizante, me ha gustado mucho verla - y claro que es plausible, la única pega es que la he visto demasiado arriesgada, demasiado apurado todo y con pinzas como para formar parte de un plan serio.
De todas formas, estamos en el capítulo 5 de la última temporada y BB sigue regalándonos un entretenimiento fantástico con muchos momentos para recordar, es verdad q se aleja del toque crudo y auténtico que tenía en sus inicios (yo lo prefería) para ir hacia un mayor espectáculo visual.
Nada de quejarse, cuando nos falte la echaremos de menos!