El tiempo pasa muy rápido en Downton Abbey y los Crawley preparan a toda prisa la boda de Lady Mary con el primo Matthew. En el último capítulo de la temporada anterior nos sorprendieron con la noticia del embarazo de Sybil y la familia debe evitar a toda costa las habladurías de los vecinos.
Como novedades tenemos a un nuevo lacayo que entra a formar parte de la plantilla en el gran castillo, y no es otro que el desconocido sobrino de Mrs. O'Brien. Nos da miedo que se una al equipo O'Brian-Thomas y estos se hagan más fuertes.
Lady Edith es la que menos da que hablar en el capítulo, ya que sigue intentando conquistar de una vez por todas a Sir Anthony y convencer a todos de que no es demasiado mayor para ella. Por su parte, Anna sigue buscando cualquier prueba que demuestre que Bates es inocente.
Las cosas se están complicando mucho para Lord Grantham ya que recibe la noticia de que por sus malas inversiones en ferrocarril la familia está en bancarrota. La llegada de esta noticia con la boda de su hija Mary a las puertas complica mucho la situación familiar y Robert decide guardarse el secreto de momento.
Curiosamente, el peor momento económico de los Crawley se puede convertir en el mejor del primo Matthew ya que parece va a heredar una fortuna (si no encuentran al heredero principal desaparecido) del que estuvo a punto de ser su suegro, Mr. Reggie.
Sybil y Branson llegan a Downton para la boda, y veremos tiranteces por parte de la familia hacia el nuevo marido irlandés de Lady Sybil, no sólo por ser Irlandés, sino por ser alguien humilde que desentona con la familia y sus costumbres. Al final éste estallará en la segunda cena dejando en evidencia a Sybil y a él mismo, pero pronto nos enteramos de que la culpa es de unos de los antiguos pretendientes de la muchacha que había "edulcorado" la bebida de Branson haciéndolo estallar. Matthew se solidariza con la pareja y nombra padrino a Tom.
Lord Grantham está destrozado y acaba por confesarle a su mujer que ha perdido practicamente toda la fortuna familiar. Después lo hará con Mary y ésta acabará discutiendo por el tema económico con su futuro marido.
En el último tercio del episodio aparece por fin la esperadísima Shirley MacLaine, la madre de Cora, revolucionando Downton y a todo el personal que allí encuentra. Sorprendentemente, encontraremos que se lleva a las mil maravillas con Lady Grantham y las conversaciones de ambas no tienen desperdicio.
Tras una gran discusión de los novios la noche anterior a la boda y una posterior reconciliación a través de una puerta, llega por fin el día esperado por todos: Downton está lleno de flores y adornos y hasta consiguieron meter a Tom en el chaqué, aunque a regañadientes.
La boda da comienzo con un emocionante recorrido en coche de caballos de la novia hasta la iglesia y unas palabras cómplices de Matthew a Mary.
Cuando queremos verlo todo y emocionarnos con la boda nos dejan en ascuas hasta la semana que viene.
Lo mejor del episodio sin duda la actuación de la enorme Maggie Smith, con la que es inevitable reirse a carcajadas al ver las caras y muecas que hace cuando algo le parece inapropiado. Al igual que los paseos y conversaciones de ésta con Martha Levinson, osea Shirley MacLaine.
Ha sido muy buen regreso, muy emocionante.
ResponderEliminarLo de que Lady Grantham y la madre de Cora se llevan bien es irónico, ¿no?
Irónico sólo en parte,,,se "odian" pero se entienden porque en el fondo son muy parecidas. ;) aunque claro, esto te lo digo con lo poquito que hemos podido ver en este episodio,,,de cualquier modo, esta relación promete!
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