Una semana más nuestra pareja favorita vuelve a la pequeña pantalla para resolver asesinatos. Pero esta vez no lo harán en la cosmopolita ciudad de New York, sino en la idílica villa de Los Hamptons, lugar establecido para que los adinerados neoyorquinos puedan pasar el verano o el fin de semana. El capítulo rompe un poco con la rutina semanal y resulta ser un soplo de aire fresco, con momentos divertidos y con unos Esposito y Ryan en estado puro.
El episodio comienza con la escapada de la detective y el escritor, que avanzan un paso más en su secreta relación. Pero las cosas se tuercen en el momento más inoportuno y Kate y Rick ven cómo el romántico baño en la piscina a la luz de la luna es roto por un agonizante hombre, que cae estrepitosamente en el agua soltando su último estertor. Si eso fuera poco, después de lo acaecido el escritor es incapaz de dejar de darle vueltas al asesinato por el que han culpado a un inocente drogadicto.
Detective y escritor rápidamente iniciarán una investigación privada, con la ayuda de Ryan y Esposito en la ciudad (que creen que sólo están ayudando a Castle), y averiguaran que la víctima tuvo una acalorada discusión con su amante horas previas a su muerte. Pero sus intentos por avanzar les saldrá caro y acabarán detenidos en la comisaria local. Finalmente, formarán una especie de trato con el detective local y colaborarán para ayudarle.
Por otro lado Esposito y Ryan juegan a intentar averiguar quién es el nuevo novio de Beckett al mismo tiempo que les ayudan con el caso. Al ver que la amante tenía una coartada sólida, se descubre que la víctima había delatado a sus compañeros por fraude años atras y que ahora se dedicaba a la venta de inmuebles. Pero las cosas no parecen cuadrar, dado que en las cuentas se reflejan las compras y no las ventas y la familia vivía de aquello. Al hacer un control rutinario, se encuentran con que en las casas que compraba las utilizaba para hacer y suministrar drogas.
Acompañados por el detective local, un simpático hombre que nunca ha tenido más problemas que las peleas entre vecinos, la detective Beckett y Castle interrogan a algunos sospechosos, entre los que se encuentra un mafioso italiano que resulta ser de lo mejor del capítulo, pero al final el asesino resulta ser quién menos esperábamos.
Por otro lado, el detective Ryan descubre la relación entre ambos pero decide callarse. Ya son tres los que la conocen y en breves también lo descubrirán Esposito y Lannie. ¿Qué pasará si se entera Gates? ¿Repercutirá esto en su relación? Por ahora nos conformamos con la divertida relación que tienen, dado que química no les falta.
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