El Accidente Marítimo
Empecemos hablando de las pacientes del episodio. La primera se trata de una adolescente de 16 años que decidió navegar ella sola desde Méjico hasta Canadá, pero a la altura de Seattle tuvo un accidente. Aunque el pie lo tenía pendiente de un hilo, la paciente podía mover los dedos, con lo cual han podido salvarle el pie. Lo malo es que es una recuperación muy larga, tiempo que no está dispuesta a esperar y decide volver a navegar, lo que significa que terminará perdiendo el pie. Aun así, Callie convence a los padres para que actúen como tal y le prohíban navegar hasta que se recupere. Por otro lado tenemos a una paciente que tras haber perdido mucho peso, la piel sobrante le cuelga y se pone en manos de Jackson para poder sentirse guapa.
La Decisión
El episodio empieza con una propuesta: una indemnización para los afectados del accidente aéreo, a cambio de no seguir adelante con el juicio. La indemnización es además una cifra bastante jugosa, pero le dan tres días para pensarlo ya que tiene que ser una decisión unánime. Todos parecen estar de acuerdo (incluída Callie que tiene que decidir por Mark y por una depresiva Arizona) menos Derek, que decide visitar los restos del avión. Es allí cuando decide su respuesta: no. Para Derek es impensable aceptar el dinero, ya que si alguien muere en el quirófano, los cirujanos buscan el error y se aseguran de que no vuelve a pasar. En el caso de la compañía aérea, tienen que asegurarse de lo mismo, y la única forma de hacerlo es yendo a juicio. Tras oír dicho argumento, el resto cambia de parecer.
Relaciones
Nuestros
doctores favoritos pasan por distinta suerte en sus relaciones. April está de
vuelta en el hospital y frena todos sus instintos decidida a revirginizarse,
pero termina cayendo de nuevo en los irresistibles encantos de Jackson. La
relación entre Callie y Arizona está cada vez más débil: Arizona no perdona a
su mujer el haber faltado a su promesa y no duda en echárselo en cara a la
mínima. Otra pareja que cada vez está peor es la de Christina y Owen, aunque
pareciese que podía mejorar, la distancia hace mella en su relación. Así que
Cristina —que parece que va cogiéndole gusto al nuevo hospital— al ver que la
cosa no funciona, la da por terminada. Por último, Miranda ha cambiado, ha
llevado a su hijo por primera vez a la guardería y ni siquiera ha soltado ni
una lágrima. Ver eso, ha hecho que se dé cuenta de que todo el mundo sigue
adelante con su vida menos ella, y por eso en este episodio se ha mostrado más
irascible. Sólo tiene que decidir qué hacer con su propio tiempo para sentirse
más útil.
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