De nuevo tenemos
ante nosotros a los protagonistas de Grey’s Anatomy en nuestras pantallas
como cada semana. La verdad que el episodio no ha tenido nada relevante que
pueda sobresalir como otros episodios, pero no ha estado mal. Espero que no
tarden mucho en meter más chicha en las historias. Hasta entonces, tendremos que esperar hasta el 8 de Noviembre para ver el próximo episodio.
El Tumor Secreto
Mientras que
su mano se va recuperando poco a poco, Derek se dedica a dar clases. Y la
verdad es que las clases no es que le llenen mucho, y menos cuando se entera
por boca de los internos que Meredith tiene que operar un tumor de los que sólo se
presentan una vez en la vida. Un tumor que debido a su rareza y su dificultad,
convierte la cirugía en algo que sólo los expertos pueden llegar a
conseguir. Meredith lo ha mantenido en
secreto para evitar que afecte a su marido, que como ya sabemos, cuando Derek
está bien es el mejor, pero cuando no lo está se aísla en su caravana hasta que
se le pasa. La operación termina siendo todo un éxito, y aunque no lo parezca,
Derek se alegra del triunfo de su mujer como si fuese suyo propio.
Así es, como
leéis en el título, de eso va esta trama. Resulta que a manos de Richard llega
un hombre cuyos testículos tienen el tamaño de pelotas de baloncesto. Y ¿a
quién creéis que pedirá ayuda? Exacto, a la madre de Jackson, y lo hará en
secreto para que este no se entere. La tensión sexual entre los doctores
adultos es bastante grande, al igual que en el caso de Jackson y April. Tarde o
temprano, Jackson se acaba enterando y participa en la cirugía para devolverle
el tamaño normal a los testículos del paciente. Tras la cirugía, Jackson tendrá
una charla de hombre a hombre con Richard, en la que le advierte que si le hace
daño a su madre, no dudará en hacerle daño a él.
Decepción
Alejada de
Seattle, Cristina sigue haciéndose un hueco en su nueva vida. Para ello no duda
en acostarse con el director del hospital para pasar el rato. Sin duda, a
Cristina no le viene bien toda esta situación y tarde o temprano todo esto solo
perjudicara a nuestra protagonista. Estos encuentros le pondrán en un aprieto,
se enterará que el hospital no confía en su nuevo Meredith. Craig es muy bueno
pero en procedimientos muy antiguos, y en más de una ocasión ha estado a punto
de ser jubilado forzosamente. Cristina pronto sentirá una terrible decepción
ante su nuevo compañero de cama, y ayudará a Craig a ponerse al día.
Cambio de Actitud
Esta trama
es la que pone título al episodio de esta semana. Se trata de Arizona, que
tiene que empezar con el tratamiento para poder usar una pierna ortopédica.
Ella sigue metida en su mundo de “mi vida es una mierda porque la persona que
supuestamente me ama no dudó en faltar a su palabra y cortarme la pierna”, cosa
que hará más difícil el tratamiento. Pero será Alex quien haga que termine cambiando
de actitud. Faltando a su promesa hacia Callie, Alex irá a visitar a Arizona
para ver cómo va la cosa y devolverle el ánimo para que no se dé por vencida y
quiera volver al trabajo. Desde ese momento, Arizona se deja ayudar y no sólo
cambia de actitud ante su doctor, sino que pedirá a Callie que se quede a pasar
la noche con ella, ya que hasta entonces había estado durmiendo en casa de
Mark.
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