Homeland S02E08. I'll Fly Away

En la recta final de una temporada asombrosa, Homeland vuelve a deleitarnos con un capítulo trepidante que nos dejó con el corazón en un puño. Y es que, ¿quién se esperaba ese final? A sólo cuatro capítulos del esperado desenlace, estoy totalmente segura de que nos harán sufrir hasta el último momento y que sufriremos todavía más esperando la tercera temporada. Como ya se vaticinaba en el capítulo anterior, la explosión de Brody era inminente y en él se centran todos los focos en este capítulo, en sus reacciones y en sus decisiones. 

El episodio comienza con la familia Brody completamente destrozada. Por un lado está Dana, que vaga por las calles para terminar en casa de Mike, que la acoge gustosamente. Por otro lado estarían Jess y Brody, cuya discusión es la desencadenante de que el marine decida darse por vencido. Está demasiado cansado para seguir así y toda la sarta de mentiras que había procurado hilar con tanto cuidado le van ahogando poco a poco.

En su encuentro con Roya, Brody le deja claro que ya no va a participar activamente en lo que ella  tenga planeado para él. Ella intenta hablarle, pero un cabreado Brody se deshace de ella y se esfuma entre el gentío. A estas alturas, Quinn y compañía están nerviosos con el comportamiento del  marine y piden a Carrie que lo encuentre y lo traiga inmediatamente.

Pero Carrie hace caso omiso a sus indicaciones y decide tranquilizar a Brody a su manera. Pasan la noche en un motel y ella le dice que ayudándolos a atrapar a Nazir, todos sus errores serían perdonados. No sólo su traición sino todo el daño que le hizo a ella. Lo que ocurre a continuación es sólo cuestión de ellos. Bueno, y de todo el equipo de Saul y Quinn que en realidad están escuchando todo lo que ocurre en esa habitación.

Mientras tanto, Dana intenta hacer las cosas lo mejor posible. El que resultara ser un personaje bastante aburrido a comienzos de temporada parece evolucionar notablemente. Lejos de los pasos de su padre, ella intenta hacer lo mejor, sin mentiras y siendo responsable de sus actos. Mike la lleva a visitar a la chica cuya madre murió en el atropello, pero eso no hará que la pobre se sienta mejor. Además, se descubre también que los Walden ya la habían sobornado, hecho que no nos sorprende. Asustada y nerviosa, se refugia en los brazos de su madre. A partir de aquí, es probable que la relación que tenían Jess y Mike pueda volver a aflorar, sobre todo después de que la primera descubra que su marido le ha estado engañando con respecto a Carrie.

Al día siguiente, Brody parece haber cambiado de opinión y llama a Roya para expresarle su intención de seguir involucrado. Y así es como llegamos al punto álgido del capítulo, a ese final inesperado que nos deja pegados al sofá pidiendo más. Después del extraño comportamiento de Brody las últimas semanas, Roya tiene todo el derecho a dudar de él. Por eso, se deshace de su móvil (que era un micrófono) y lleva al congresista a un lugar apartado en el que vuelve a aparecer el chico aquel que cometió el atentado en Gettysburg.

Además, Saul desconfía de todo lo que se está involucrando Carrie con Brody. Y razón no le falta, a pesar de las inútiles excusas de Carrie por defenderse. Mientras todo el equipo se pregunta qué hacen los tres en mitad de la nada, un helicóptero llega y secuestran a Brody. Lo último que vemos es a Abu Nazir salir de un coche, ante la atónita mirada de Brody.

Con este final, son muchas las preguntas que nos hacemos, sobre todo con la inestabilidad de Brody. ¿Volverá Abu Nazir a lavarle el cerebro? Después de todo el incidente de Dana, el congresista está muy quemado con Walden y la política en general. Por ahora, su única motivación parece ser Carrie, dado que a su familia también la da por perdida. ¿Será capaz de negarse a Abu Nazir? ¿Qué pasaría entonces con Jess y sus hijos? Teorizar sobre lo que está por llegar es lo único que nos queda. ¿Cuál será la decisión de Brody?

Promo S02E09. Two Hats