Ya comentábamos la semana pasada que esta quinta temporada ha resultado tener un arranque bastante flojo. Y con bastante me refiero a que pocos capítulos han tenido la chispa que han inundado la mayor parte de las temporadas pasadas. El capítulo de esta semana resulta ser más de lo mismo, un entresijo de posibles asesinos y una trama normalita. En el ecuador de la temporada, esperemos que la segunda parte nos depare algo más divertido. El asunto del padre de Castle, que tanto nos trae de cabeza, podría ser una trama decente para el resto de los episodios, pero por ahora parece ser que no se deciden.
Nos introducimos en el polémico mundo de los bailes eróticos para encontrar a nuestra víctima: Beau Randolph, uno de los magnates de la industria. Pero momentos antes de su muerte podemos verle bastante decepcionado con lo que le rodea, asqueado. ¿El arma homicida? Un sujetador de 200 euros. En ese mundillo, el número de posibles sospechosos es alto: una plataforma en contra de la industria, un millón de mujeres despechadas, competencia...
Evidentemente, lo primero es centrarse en la dueña del sujetador y, qué casualidad, es la ex de la víctima. Pero la chica no parecía tener razones. Es más, les dio una pista: hacía unos meses que Beau se había vuelto más serio, con intenciones de dejar el negocio.
Por otra parte está la guardaespaldas de Beau, que ese día no cumplió con su trabajo y que en realidad estaba contratada por una empresa de programas infantiles con el fin de encontrar sus trapos sucios. Resulta que Beau sí que quería dejar el negocio e invertir en otro muy diferente. ¿Pero en que consistían sus trapos sucios? En un vídeo en la víctima salía manteniendo relaciones sexuales con una profesora infantil.
Nuestros chicos encuentran entonces que la profesora estaba embarazada de Beau y que este, al enterarse de la noticia, había decidido acabar con toda la desagradable industria en la que trabajaba y centrarse en el niño. ¿Pero quién tendría las razones suficientes como para matar a alguien por querer cambiar su vida? Una vez más, el giro de última hora que vuelve a descubrirnos al asesino.
Asimismo, volvemos a tener a Alexis en este capítulo. La antes adorada y ahora odiosa hija de Castle ha creado un vídeo blog en el que va contando sus penas y alegrías. Pero nuestro escritor favorito no parece muy contento con esa idea. Al final hará como todos los padres, resignarse y esperar a que se aburra. Esperemos que el capítulo de la semana que viene sea un poco más divertido y vayan encaminando esta temporada hacia una trama más interesante.
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