No nos precipitemos, parece que el rotulador rojo ahora sale sólo en ocasiones puntuales. Tras un paso en la venganza de su padre, Emily se pone manos a la obra en una aventura mayor, la que ha pactado con Victoria —en parte, siempre hay que pensar en una misma—, la que tiene junto a Aiden contra La Iniciativa, la que éste verá cada vez menos clara por el acercamiento de su novia a Daniel. Sabíamos que en esta serie nunca puedes fiarte de nadie, pero por si no nos quedaba claro, este capítulo lo demuestra, y Nolan lo verá probablemente cuando ya sea tarde.
Mientras Conrad piensa empezar una vida política —toma topicazo— ahora que su hijo se ocupa de la empresa, Victoria no puede permitir que La Iniciativa se salga con la suya y sigue en sus trece de sabotear todo lo que haga su hijo para hacerle dimitir de su recién adquirido puesto. Para ello cuando con la inestimable ayuda —a medias— de Emily, su mejor aliada y peor enemiga, gracias a la cual va adquiriendo información de las operaciones empresariales de Daniel. Cada mujer usará esa información de una manera, siendo más beneficioso un enfoque que otro, pero con todas las partes del acuerdo contentas. Así Victoria conseguirá que el mayor competidor de Grayson Global se interese en una empresa que La Iniciativa insiste en que Daniel invierta mientras que Emily tendrá un primer acercamiento a Helen, ayudando a Aiden a ganarse su confianza para dar con el paradero de su hermana. Mientras que ambas arpías —porque no tienen otro nombre— llevan a cabo sus planes, la relación de Emily y Daniel, aunque despacio, avanza, haciendo que los celos de Aiden se disparen. ¿Aguantará el inglés sin intervenir?
Y hablando de ingleses, no penséis que nos hemos librado de Ashley. Tras muchos años al servicio de Victoria, de todo se aprende, y usará sus armas —o el sabotaje, como queráis llamarlo— para volver a la vida de la familia más poderosa de los Hamptons. Eso sí, ha aprendido, y de Victoria nada, ahora llevará la campaña de Conrad. Si consigue algo o no está por ver, pero cualquiera se fía aquí de nadie. De momento, lo que ha conseguido es que los Porter cuenten con un aliado poderoso en su afrenta a los hermanos Ryan, aunque sea sólo por limpiar su nombre.
Y el bombazo final llega cuando vemos que, como sospechábamos, Padma no es trigo limpio y tras incriminar a Marco —del que tampoco me fiaba de todos modos— habla por teléfono con Helen sobre los secretos de Nolan, que ahora pertenecen a Grayson Global, y en consecuencia, a La Iniciativa. ¿Conseguiremos en algún momento averiguar algo más de La Iniciativa o les basta con mostrarnos una y otra vez que son los malos? Esa es mi mayor pregunta. Bueno, esa y cuándo van a terminar con los Porter, Charlotte y Amanda, pero eso es otra historia.
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Yo también me estoy cansando de que mencionen tanto a La iniciativa pero no desvelen nada de la misma, ¿ya va siendo hora de que sepamos un poco más, no? Aunque personalmente soy feliz viendo a Emily haciendo sus planes para acercarse a este grupo de misteriosas personas o, ¿soy el único que ama cuando Emily y Victoria están en pantalla con sus mascaras de hipocresía haciendo sus malévolos planes para conseguir sus objetivos?
ResponderEliminarSerá rezar para que los guionistas reaccionen y finalicen (o cambien, lo que sea, por favor) de una vez la aburrida trama de los Porter, al menos que les disminuyan el tiempo en pantalla.
PD: Aún no me trago del todo a Aiden, creo que en cualquier momento puede traicionar a Emily por querer recuperar a su hermana.
Los momentos Emily-Victoria son únicos y lo más esperado de los capítulos ahora mismo. ¡Una delicia!
ResponderEliminarPor otro lado, los Porter estaban bien como "la gente normal" en la primera temporada, metiéndose en la trama principal, pero ahora es que no aporta nada.
Y yo también dudo mucho de Aiden, no me fío nada de él.