The Good Wife se ha convertido en uno de los dramas más esperados por todos nosotros semana tras semana. Por eso, no es de extrañar que después del parón todos estuviéramos ansiosos por volver a ver a Alicia y compañía en acción en un capítulo estupendo, siempre con ese toque divertido en los diálogos y que nos devuelve a la pequeña pantalla a secundarios tan entrañables como Mr. Canning y a otros tan odiosos como Wendy Scott-Carr.
Las cosas no parecen marchar del todo bien para Will y Diane, dado que los problemas financieros que llevan arrastrando toda la temporada les hace enfrentarse a un nuevo reto: una mediación a cargo del fideicomisario que les acompaña, el señor Hayden. Desde que sabotearan su intento de fusionar el bufete con otro para conseguir estabilidad económica, Hayden intenta destituirlos de sus cargos máximos con el fin de poder hacer frente a las deudas. Pero el tiro le saldrá por la culata al fideicomisario, que todavía tendrá que hacerse cargo de la economía del bufete con Will y Diane al mando.
Por otro lado, Lockhart & Gardner tiene entre manos un caso muy suculento: la demanda millonaria a una entidad bancaria por el indebido mantenimiento de una de sus cientos de casas vacías y que causó la cría de mosquitos con la enfermedad del Nilo. Virus que afectó a una chica de doce años que ejercía ballet y que dos años después es incapaz de ser autosuficiente. El caso le traerá de cabeza a Alicia, que desplazada a Minessota por petición del demandado, verá como éste le dará largas durante dos días.
Así, tenemos la oportunidad de rescatar el dúo formado por Alicia y el señor Canning, como representante del banquero demandado. Las conversaciones y discusiones entre estos dos no tienen ningún desperdicio y siempre resultan divertidas y amenas, por lo que esta vez no iba a ser menos. Canning no se lo pondrá fácil a Alicia, y es que el abogado siempre parece tener un as en la manga. Quizás con lo que no contaba era con las dotes de investigación de Kalinda, que con un ordenador y una copa de vino es capaz de hacer maravillas. Tanto, que consigue encontrar un dato importantísimo que será la clave para que Lockhart & Gardner se embolse 3 millones de dólares y de este modo, aliviar un poco la deuda con sus acreedores.
Por otro lado, Eli Gold también está teniendo problemas. Desde que empezaran a indagar en su pasado con el fin de intentar apartarle de la campaña de Peter no lo está teniendo nada fácil. A cargo de esta operación parece estar Wendy Scott-Carr, a la que yo, personalmente, no echaba nada de menos. Parece ser que vuelve a la carga, más preparada que nunca, y que no cesará en su empeño de "limpiar la política de corruptos". ¿Conseguirá terminar con la carrera de Peter? Sinceramente, espero que no. Pero por si acaso, Gold es obligado a tener un segundo de abordo, Jordan Karahalios (T.R. Knight, el Doctor O'Malley en Grey's Anatomy). Ya conocemos la personalidad de Eli como para saber que no se lo pondrá nada fácil. ¿Conseguirán congeniar Eli y Jordan?
Finalmente, es un alivio ver terminada la aburrida y repetitiva trama del marido de Kalinda pero, ¿a qué precio? ¿Habrá sido capaz la investigadora de matar a su marido? Lo que sí que sabemos es que ya no dará más problemas. ¿Y Peter? Ya es hora de que se deje ver un poquito más. Sobre todo desde su momento con Alicia en el pasado Acción de Gracias. Además, todo parece indicar que Mr. Canning tendrá más presencia en esta segunda parte, después de comprar deuda al bufete. Tendremos que ver qué tal se lleva con Alicia jugando en el mismo bando.
Las cosas no parecen marchar del todo bien para Will y Diane, dado que los problemas financieros que llevan arrastrando toda la temporada les hace enfrentarse a un nuevo reto: una mediación a cargo del fideicomisario que les acompaña, el señor Hayden. Desde que sabotearan su intento de fusionar el bufete con otro para conseguir estabilidad económica, Hayden intenta destituirlos de sus cargos máximos con el fin de poder hacer frente a las deudas. Pero el tiro le saldrá por la culata al fideicomisario, que todavía tendrá que hacerse cargo de la economía del bufete con Will y Diane al mando.
Por otro lado, Lockhart & Gardner tiene entre manos un caso muy suculento: la demanda millonaria a una entidad bancaria por el indebido mantenimiento de una de sus cientos de casas vacías y que causó la cría de mosquitos con la enfermedad del Nilo. Virus que afectó a una chica de doce años que ejercía ballet y que dos años después es incapaz de ser autosuficiente. El caso le traerá de cabeza a Alicia, que desplazada a Minessota por petición del demandado, verá como éste le dará largas durante dos días.
Así, tenemos la oportunidad de rescatar el dúo formado por Alicia y el señor Canning, como representante del banquero demandado. Las conversaciones y discusiones entre estos dos no tienen ningún desperdicio y siempre resultan divertidas y amenas, por lo que esta vez no iba a ser menos. Canning no se lo pondrá fácil a Alicia, y es que el abogado siempre parece tener un as en la manga. Quizás con lo que no contaba era con las dotes de investigación de Kalinda, que con un ordenador y una copa de vino es capaz de hacer maravillas. Tanto, que consigue encontrar un dato importantísimo que será la clave para que Lockhart & Gardner se embolse 3 millones de dólares y de este modo, aliviar un poco la deuda con sus acreedores.
Por otro lado, Eli Gold también está teniendo problemas. Desde que empezaran a indagar en su pasado con el fin de intentar apartarle de la campaña de Peter no lo está teniendo nada fácil. A cargo de esta operación parece estar Wendy Scott-Carr, a la que yo, personalmente, no echaba nada de menos. Parece ser que vuelve a la carga, más preparada que nunca, y que no cesará en su empeño de "limpiar la política de corruptos". ¿Conseguirá terminar con la carrera de Peter? Sinceramente, espero que no. Pero por si acaso, Gold es obligado a tener un segundo de abordo, Jordan Karahalios (T.R. Knight, el Doctor O'Malley en Grey's Anatomy). Ya conocemos la personalidad de Eli como para saber que no se lo pondrá nada fácil. ¿Conseguirán congeniar Eli y Jordan?
Finalmente, es un alivio ver terminada la aburrida y repetitiva trama del marido de Kalinda pero, ¿a qué precio? ¿Habrá sido capaz la investigadora de matar a su marido? Lo que sí que sabemos es que ya no dará más problemas. ¿Y Peter? Ya es hora de que se deje ver un poquito más. Sobre todo desde su momento con Alicia en el pasado Acción de Gracias. Además, todo parece indicar que Mr. Canning tendrá más presencia en esta segunda parte, después de comprar deuda al bufete. Tendremos que ver qué tal se lleva con Alicia jugando en el mismo bando.
Nunca he visto the good wife, pero sé que Lisa Edelstein quien estuvo en Dr House, participó en esa serie, alguien sabe si todavía sigue en The good Wife o es que sólo estuvo temporalmente.
ResponderEliminarSólo estuvo temporalmente, en tres episodios. Si no me equivoco iba a estar en más pero su personaje no llegó a cuajar del todo...
ResponderEliminarSé que me voy a quedar solo en esto pero nunca me ha gustado ni me gustará Canning. Aun así, el caso me ha gustado, ha estado interesante y me ha gustado su desenlace.
ResponderEliminarCreo que lo de la quiebra de el bufete está llegando demasiado lejos y empieza a resultar cansino. Y también me ha gustado la incoporación a la trama de Eli :)
¿Y qué harán ahora con Kalinda?
Buena crítica :)
Yo sigo enamorada de Alicia Florrick y su papelón como mujer del siglo XXI: decidida, arriesgada y sin pelos en la lengua.
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