Una semana
más tenemos las historias del Seattle Grace, que como España, está en una
crisis grave. Es muy difícil que un episodio de Grey’s Anatomy sea malo, a
veces roza el límite de lo aburrido, pero esta semana no ha sido el caso.
Estamos tan acostumbrados a que personajes principales mueran que no nos damos
cuenta de que es raro que lo haga un paciente. Bien, hoy ha sido uno de esas
veces, y en realidad ha sido lo que le ha dado calidad al episodio.
Testigo de Jehová
![Grey’s Anatomy S09E13. Bad Blood Grey’s Anatomy S09E13. Bad Blood](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6jCYskxMLXNaIPc-JzCG3wdmBZbguw7Opa77QOz7fviWUc1umIrBxrQJ7fu1D_PoJhSc528Qi8llPNatYLmc6-8WHeLqeSmcsWyforSAiOmBu7PriHyAJcB06_Q4fEscpH9z0qiLeRVs/s320/Sin+sdasd2.jpg)
Cristina tiene que hacer frente a una rebeldía de su interna Leah. Un joven skater llega a urgencias en un estado bastante grave, pero en el momento del examen descubren que tiene una placa que dice que es un testigo de Jehová. Los testigos de Jehová creen que la vida es un regalo de Dios, por lo que no permiten transfusiones de sangre porque estarían desafiando a Dios. El estado del joven es tan crítico que si no recibe sangre va a morir, pero su familia prefiere esperar un milagro antes que destruir su vida con la transfusión. Leah no lo entiende, e intenta saltarse las normas inyectándole una unidad de sangre. Pero es detenida antes de que eso ocurra. Es decir, el joven acaba falleciendo por mucho que intenten los doctores.
Poli Bueno, Poli Malo
Si hay una pareja en la que ambas personas son muy distintas es la de Callie y Arizona. Mientras Callie es más rebelde, alegre, Arizona es la dulzura en persona. Y durante todo el episodio, ambas se estarán picando porque Arizona hace de poli bueno con Sofía y Callie de poli malo. Pero esto no sólo quedará en casa, en el hospital ambas harán el mismo papel con una paciente. Se trata de una chica de 13 años que tras una operación de cadera tiene que decir adiós a su mayor pasión: la gimnasia. La chica pasa de moverse de la cama, lo que puede hacer que sus músculos de la cadera se atrofien. Tanto Alex como Callie intentan hacer que se mueva por sus propias técnicas, pero lo único que consiguen es salir deprimidos. Termina siendo Arizona —en una gran escena— quien consigue que la joven se deje de tonterías y ejercite la cadera.
Un Desesperado Intento
La noticia del cierre de urgencias es algo que la mayoría no acepta, pero sobretodo Derek y April. Ambos se quedarán toda una noche en el hospital intentando encontrar soluciones para mantener abierto urgencias. Cuando encuentran una solución, ambos irán hablando con varios sectores del hospital que se verán afectados para que acepten ciertos recortes. Cuando por fin consiguen la aprobación de todos los implicados, se lo presentan a la asesora médica. Lo malo es que ella no acepta, porque su intención es cerrar urgencias para poder vender el hospital. Urgencias es algo que impide que alguien quiera comprar el hospital.
La Imposición
Y seguimos con cambios en el hospital. Para empezar, el Seattle Grace se convierte en un Gran Hermano. Han instalado cámaras en las habitaciones, quirófanos, pasillos, etc. Tras las cámaras, se encuentran otros médicos que hablarán con nuestros doctores para que corrijan sus métodos de trabajo. Cosa que traerá quebraderos de cabeza, sobre todo a Cristina.
Además, quieren
imponer una técnica novedosa para curar hernias. Miranda sabe que la única
forma de asegurarse un puesto de trabajo en el futuro es siendo todo lo pelota
posible, y no duda en hacerlo con dicha técnica. Una técnica que Richard verá
innecesaria y se rebelará, sacando de quicio al creador de la técnica, el cual
termina demostrando que lo que le interesa es el dinero y los números, no los
pacientes. Por último, Meredith dejará las prácticas porque ve que algo no va
bien, pero es Miranda la encargada de tranquilizarla: el bebé sólo está dando
sus primeras patadas.
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