No es oro todo lo que reluce. Cuando hablamos de la televisión británica se nos llena la boca de halagos y piropos hacia su profundidad de guión, sus personajes llenos de capas y su cuidado aspecto estético. Pues bien, en tealand también tienen caspa y más de la esperada. BBC Three estrenaba hace pocas semanas The Crash, un drama dividido en dos entregas sobre las repercusiones de un accidente de tráfico en un grupo de adolescentes.
Arrancamos en el fatídico día en el que Kate (Sacha Parkinson) regresa a casa tras sus primeros meses en la universidad El reencuentro con su novio y sus amigos es todo alegría hasta que un viaje por una angosta carretera termina con un fatal accidente. En este momento la serie tiene dos opciones: La fácil, rebobinando meses atrás para mostrarnos lo felices y llenos de futuro que estaban el grupo de amigos; la difícil, creando las personalidades de unos personajes desconocidos a partir de un trauma semejante. Como podéis imaginar... nos trasladamos hasta los días previos al baile de fin de curso y nos preparamos para la tortura emocional.
Fiesta, reconciliaciones, pedidas de mano y felicidad absoluta recorren el tramo central del primer episodio como si de cualquier serie teen se tratara. El tratamiento de los personajes no es especialmente sutil y se encasillan en los prototipos asignados. De está manera tendremos a la pareja perfecta (Kate y Tom, Lewis Rainer), la alocada pero insegura mejor amiga (Rachel, Georgia Hensaw), su novio cani-brit (Ethan, James Burrows), la amiga callada pero con una mochila de responsabilidades (Ashley, Lily Loveless) y los random incompatibles (Brian y Leah, Josh Bolt y Darcy Isa). Tras alcanzar el climax de máxima felicidad hormonal y musical (tenemos el "Girls like you" de The Naked and the Famous a todo trapo) nos chocamos de frente con la realidad del accidente. Los minutos finales recogen el estómago ante la tragedia más cruda y sin edulcorantes. El desconcierto de los jóvenes que mantienen la consciencia, la ansiedad de los familiares al descubrir la tragedia y las triquiñuelas típicas de una season finale de Grey´s Anatomy son agravadas por el acompañamiento musical, esta vez, "Skinny Love" de Bon Iver. Puro terrorismo emocional.
La segunda mitad de la historia se desinfla con una situación incapaz de ser sostenida por personajes tan endebles. Las bajas son numerosas y los nuevos protagonistas se esfuerzan en mantener el interés con unas interpretaciones bastante convincentes en muchos de los casos, quizás no sean buenos actores pero lo bordan llorando. Son varios los temas interesantes que esta segunda parte sobrevuela sin mucho interés perdiendo la oportunidad de redimirse y ser una miniserie contundente. El juicio, la culpa del conductor y la de su familia, la manera de afrontar el dolor físico y emocional... The Crash se limita a ser un telefilm pasajero con pequeños baches de lucidez.
Nadie negará que la serie cumple su función y puede conquistar a los más sensibles, pero la materia prima falla. El acompañamiento musical es un refrito de temas actuales que cualquier pseudomodernillo presumirá de escuchar (entre los que me incluyo). The XX, Two Door Cinema Club, Regina Spektor, Robyn o los ya mencionados antes... componen la saturada banda sonora. En definitiva podemos decir, ¿Efectiva? Bastante, ¿Buena? No lo suficiente.
Pintándola así pocas ganas da. Una pena por la Loveless pero no me lo pienso tragar.
ResponderEliminarA mi me ha gustado, el tema es terrrible y muy delicado pero creo que lo tratan con corrección; no le veo la caspa por ningun lado, me parece un comentario un poco tal vez exagerado. Yo agradezco que diesen un respiro en el final que es lo único que de alguna manera si puede resultar bastante convencional. Creo que están bien en sus papeles y es una miniserie en su temática, en su ámbito, totalmente recomendable.
ResponderEliminarLo único que me dejó totalmente descolocado es la leyenda final sobre que el 75% de las mujeres pasajeras de un vehículo que mueren en accidente iban en un coche conducido por un hombre...no se que pretenden insinuar, en la serie también muere un chico, ¿no es material de estadística?