De la mano de HBO y BBC Two nos llegó el pasado 12 de mayo Family Tree. En formato de falso documental, Christopher Guest y Jim Piddock nos presentan las peripecias de Tom Chadwick (Chris O'Dowd, The IT Crowd), un treintañero desanimado que acaba de perder el trabajo y la novia. En mitad de esta crisis de identidad tan típica, la muerte de su tía abuela conseguirá darle un giro inesperado al estancamiento de nuestro protagonista. De este modo, las pertenencias que hereda de su tía abuela le llevarán a embarcarse en una cruzada personal, en la que descubrirá quién es y de dónde procede, así como un montón de curiosas anécdotas familiares. Algunas más peculiares que otras.
Junto a Tom están sus seres más cercanos, que serán los encargados de hacernos reír (o no) con comentarios y situaciones, que a mi parecer, en algunas ocasiones resultan demasiado estrambóticas. Así conocemos a su hermana, Bea Chadwick (Nina Conti, Black Books) que debido a un trauma infantil siempre va acompañada por un mono de peluche, que resulta ser la salida de todas las frustraciones e insultos de Bea. Cuanto menos, curioso. Cabe destacar la interpretación de Nina Conti, que en la vida real ha trabajado como comediante y ventrílocuo, a pesar de lo raro de su personaje.
De padres divorciados, Tom se crió con su madre en Irlanda, para acabar años después trabajando en Londres, donde vivían su hermana y su padre. Este último, Michael McKean (Smallville) convive ahora con una mujer ucraniana y se pasa la vida intentando inventar algo con lo que triunfar. Entre sus estrafalarios inventos tenemos el placer de descubrir el calienta, o enfría, zapatos. Por si no lo habíamos visto todo.
Otro de los personajes más curiosos del piloto es el mejor amigo de Tom, Pete Stupples (Tom Bennett, The Hunt For Tony Blair) cuya amistad quedó profundamente marcada al ser el único que no se rió de él durante una vergonzosa clase de primaria. Todos los personajes, tanto los principales como los secundarios, destacan por una forma de ser que a veces roza lo absurdo, dejando una sensación un tanto extraña en el espectador. Entiendo que habrá quienes se rían a carcajadas con todos ellos y con las situaciones que propician, pero yo, personalmente, esperaba algo más que personajes extraños y diálogos forzados. Esto quizás se deba a que los actores carecían de guión esquemático y se dejaban llevar por la improvisación.
En cuanto al planteamiento inicial de la serie me parece interesante. Todos alguna vez nos hemos preguntado de dónde venimos y cómo habrían sido nuestros antepasados. Para nuestro protagonista, que intenta descubrir qué hacer con su vida (algo con lo que realmente me siento identificada) significa mucho más. A través de todos esos objetos, a pesar de lo ridículo de algunos momentos, Tom intentará crear un árbol genealógico sobre quién es y quiénes fueron sus antecesores. ¿Lo descubrirá? No lo sé. Pero seguro que por el camino descubre muchas cosas.
El formato de la serie, como he comentado anteriormente, es el falso documental llamado mockcumentary que tan de moda está últimamente y que hemos podido ver en otras comedias como Modern Family o Parks And Recreation. Este formato parece encajar bastante bien con el estilo de la serie, que no se corta en absoluto a la hora de crear momentos hilarantes a pesar de lo disparatados o incoherentes que puedan resultar.
Por ahora, la serie ha preparado ocho capítulos que compondrán su primera temporada. Recomendable para todos aquellos que adoren los personajes extraños y las situaciones absurdas. Realmente absurdas. El personaje de Chris O'Down está muy lejos de nuestro adorable Roy de The IT Crowd, por lo que para todos aquellos que se lanzaron a verla sólo por él (como hice yo), no la recomiendo.
A mi me parece una serie bastante divertida a la que aún le falta coger un poco de ritmo. Espero que vaya cogiendo rodaje.
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