¿Por qué, Revenge, por qué?

Después de ver el episodio doble que cerraba esta segunda temporada, sólo esta pregunta se me venía a la cabeza. Desde hace unos meses, las reviews de Revenge brillan por su ausencia en el blog, pero es que la pereza que daba siquiera ver semana tras semana los capítulos de la insulsa segunda temporada sin rumbo ninguno que ha tenido este gran placer culpable del pasado año era muy superior a la obligación que podía sentir para con la serie  —y bastante trabajo hay ya los lunes—. 

La temporada empezó fuerte tras el finalazo de la pasada; Victoria estaba presuntamente muerta, Charlotte encerrada, Daniel con la trepa de Ashley tras el desengaño de Emily y ésta última vuelve de un retiro con Takeda2 en el que vuelve a centrarse en su venganza tras enterarse de la verdad sobre su madre. Bien, esta temporada consistirá en la venganza pro-David Clarke y la implicación de la madre de Emanda en todo esto...pero no. De golpe y porrazo la madre desaparece sin más. ¡Siguiente!

Los hermanos Ryan aparecen en escena para atormentar a los Porter por lo ocurrido entre los padres de ambos en el pasado. Si esta trama ya de por sí nos cansaba por los implicados, que se hiciera eterna —o esa fue mi impresión— no ayudó. Sin embargo por lo menos esto acabó bien, ya que nos quitamos de en medio a Amanda, reavivando el odio de Emily, que nos había dado esperanza sacando el rotulador a pasear pero que no duró más de dos segundos. A raíz de la muerte de Amanda apareció de la nada un "hermano" que reconoció a Emily y parecía iba a sacudir los cimientos de toda su farsa... pero tampoco. Dura un par de capítulos y si te he visto no me acuerdo. ¡Siguiente!

Paralelamente a todo esto siempre ha ido lo que sí parece haber sido el eje de la temporada pero que han llevado tan mal que nos daba igual: La Iniciativa. Con esta organización de malvados sin escrúpulos nos referimos no sólo al grupo en sí, sino a la carrera de Daniel en Grayson Global, la de Conrad al salir de su puesto y dedicarse a la política, la vida de Emily y Aiden y su turbulenta relación con el joven Grayson de por medio, a Padma y, por supuesto, a Nolan y El Halcón. Nunca llegamos a saber qué querían exactamente, sólo nos quedaba claro lo malos que eran. De repente y relacionado también con El Halcón salió a la palestra el hijo secreto de Victoria, lo que nos faltaba para cerrar el culebrón.

Pero cuando llevas una temporada entera convenciéndote de que esto no va a ninguna parte y rezando por su cancelación, ellos te contestan con una finale doble en la que entran ganas de llorar de lo maravillosa que es. Empezando por la ansiada muerte de Declan, el personaje más odiado por unanimidad, que deja a un retoño no nato en el vientre de su inestable novia, pasando por el encarcelamiento de Nolan viendo el vídeo en el que Padma antes de morir le inculpa de todo lo llevado a cabo por la Iniciativa, el posible asesinato de Aiden —ojalá— a manos de Daniel y acabando por la confesión de la verdadera identidad a Jack en el momento justo antes de que el camarero acabe con la vida de Conrad. ¿Por qué, Revenge? ¿Por qué me haces esto? Yo que tenía unas ganas tremendas de librarme de ti, me vienes con estas... Espero que sepas aprovecharlo, porque nos volveremos a ver en septiembre, pero esta vez si saco el rotulador rojo para ti no lo vuelvo a guardar. Esto no se hace.