Irregular es el mejor adjetivo que encuentro para hablar de la tercera temporada de Teen Wolf. La serie de MTV ha vuelto a brillar dos semanas consecutivas y tengo miedo de que felicitarles les cause un gafe. Mientras que Motel California exprimía las relaciones antiguas y creaba nuevas, Currents ha sido finalmente un encuentro a la altura entre las diferentes amenazas.
El viaje en autobús y sus complicaciones obligan al grupo de estudiantes a pasar la noche en un viejo motel. Las hormonas revuelan las habitaciones de los explosivos alumnos. Como era de esperar no tardamos en descubrir que el lugar guarda un oscuro secreto. Se trata del motel con más suicidios del país. Lydia es la primera en sentir la presencia de un ente extraño. Voces tenebrosas, radios que funcionan sin electricidad y televisiones sin señal crean un terrorífico ambiente de slasher. Los hombre lobo sufren un estado de semiensoñación que les lleva a intentar suicidarse. Lydia, Allison y sobre todo Stiles comienzan una carrera para rescatar a todos sus compañeros. Momento de clave cuando la amistad entre Scott y Stiles rompe la falsa maldición inducida por el druida malvado.
Con los acontecimientos del misterioso Motel California reposados volvemos a Beacon Hills donde las desapariciones, los cadáveres y los accidentes extraños siguen siendo el pan de cada día. Los sacrificios siguen buscando tres victimas y en esta ocasión es el turno de los sanadores. ¿Se os ocurre alguien? Es muy probable que no pero ahí tenemos al veterinario/curandero místico.
Derek ya recuperado y con nuevo amor, la profesora recién llegada que ante semejante pieza masculina no ha creído oportuno preguntar nada. Su nido de amor se ve amenazado por la incesable lucha de poder entre las manadas. Con Scott intentando rescatar al veterinario, son Isaac y Boyd quienes ayudan a Derek en su lucha contra la loba descalza. El enfrentamiento consigue la intensidad necesaria alternándola con la lucha de McCall y sus flirteos con el poder Alpha. Pese al odio que procesamos hacia la mujer de uñas largas, la baja en el combate es otra. Boyd muere insertado en las garras de su propio creador en un cruel movimiento de nuestros villanos. Stiles y Lydia presencia el desolador panorama en el que recordamos por última vez a Boyd y Erica.
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Hemos tenido amor, los gemelos por fin han hablado, efectos casposos pero más ajustados a su presupuesto y momentos de Stiles y Lydia en plena forma. Teen Wolf es esto y no le podemos pedir más. Por favor Jeff Davis... ahora mantén este ritmo. ¿Os han gustado? ¿Esperabais el final de Boyd? ¿Le regalamos unos zapatos a la loca repelente? ¿Queréis al abuelo Argente de vuelta?
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